La reciente deportación de tres niños ciudadanos estadounidenses junto a sus madres indocumentadas, ha generado una gran ola de críticas hacia el gobierno de Estados Unidos. Ante la reacción pública, Tom Homan, ‘zar de la frontera’, justificó la medida, alegando que fueron las familias quienes tomaron la decisión.
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Homan señaló desde la Casa Blanca que el gobierno no deporta a ciudadanos estadounidenses. Sin embargo, la ocasión controvertida derivó de la decisión de los padres quienes eligieron salir del país con sus hijos. Comentó que de no hacerlo, se les habría acusado de separar familias.
"No fueron deportados. No deportamos a ciudadanos estadounidenses. Fueron los padres quienes tomaron la decisión, no el Gobierno de Estados Unidos", declaró Homan.
Acorde a la Unión Estadunidense de Libertades Civiles (ACLU), el ICE de Nueva Orleans limitó las comunicaciones de las madres con abogados. Las dos mujeres eran candidatas para recibir un alivio migratorio pero debido a las acciones del control de migración, no tuvieron tiempo para recibir asesoría.
Activistas se han pronunciado al respecto, exigiendo el retorno de las madres para que reciban el derecho al debido proceso.
