
A partir de este 14 de mayo, entró en vigor un acuerdo temporal de 90 días entre China y Estados Unidos que contempla una rebaja significativa de aranceles recíprocos, tras un encuentro de alto nivel celebrado el pasado fin de semana en Ginebra.
Este movimiento marca una pausa en la creciente guerra comercial entre las dos principales economías del mundo.
El Comité de Aranceles Aduaneros del Consejo de Estado chino anunció que los gravámenes sobre productos estadounidenses se reducirán del 125 por ciento al 10 por ciento, mientras que Washington disminuirá del 145 por ciento al 30 por ciento los aranceles aplicados a bienes chinos.
Durante las conversaciones en Suiza, Pekín accedió a anular represalias no arancelarias impuestas desde abril, como restricciones a la exportación de tierras raras y sanciones contra empresas estadounidenses.

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Estados Unidos y China pactan histórica reducción de aranceles: tregua comercial de 90 días impulsa mercados globales
A su vez, Estados Unidos se comprometió a eliminar los aranceles adicionales de abril, aunque mantendrá aquellos vinculados a sectores estratégicos como automóviles, acero, aluminio y productos farmacéuticos.
El acuerdo también incluye la creación de un mecanismo permanente de consulta, que permitirá realizar reuniones bilaterales alternadas en ambos países o en una sede neutral. Las delegaciones estarán encabezadas por He Lifeng por parte de China y Scott Bessent y Jamieson Greer por Estados Unidos.
Aunque los analistas celebran la reducción de aranceles como un paso positivo, advierten que esta tregua podría no traducirse en una paz comercial duradera, dado que persisten diferencias estructurales.
La reunión de Ginebra, celebrada el 10 y 11 de mayo, fue el primer acercamiento formal desde la última escalada arancelaria. Observadores internacionales consideran que el éxito de este pacto dependerá del cumplimiento mutuo y la voluntad política para resolver los conflictos más profundos.
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