CIUDAD DE MEXICO, 21 de octubre (NTX / SinEmbargo).- El presidente Andrés Manuel López Obrador consideró que si el pasado jueves con el operativo de detención y liberación de Ovidio Guzmán la intención era ponerle un “cuatro”, le hicieron lo que el viento a Juárez.
López Obrador dijo que sí le gustaría ir a comparecer ante la autoridad si lo llaman por haber respaldado la decisión del Gabinete de Seguridad de liberar a Ovidio Guzmán López, hijo de Joaquín “El Chapo”, en Culiacán, Sinaloa.
“Yo creo que lo del jueves por la tarde demostró que hay un cambio verdadero y vamos a fundamentar por qué se actúa de esta manera, de esta forma. Y estoy dispuesto a comparecer porque ya se dio a conocer que presentaron una denuncia en contra mía los dirigentes del PAN, los que son partidarios del uso de la fuerza, los que con su estrategia convirtieron al país en un cementerio”, aseguró en conferencia de prensa.
El Partido Acción Nacional (PAN) informó ayer que presentó una denuncia ante la Fiscalía General de la República (FGR) contra el mandatario, y el Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo Montaño, por la liberación de Guzmán López.
En un comunicado, el PAN señaló que la denuncia fue presentada el pasado 18 de octubre por el área jurídica de dicho partido con el fin de que las investigaciones arrojen si hubo delito alguno durante el operativo federal que fue desplegado para la captura y posteriormente, liberación del hijo de “El Chapo” Guzmán.
El dirigente del blanquiazul, Marko Cortés, expresó: “El jueves 17 de octubre, el Estado mexicano fue sometido arrodillado, humildad por el crimen organizado”, afirmando que se vulneró el Estado de Derecho.
Ante dicha situación, López Obrador reiteró que sí le “gustaría ir a comparecer si lo solicita la autoridad competente para exponer mis razones del porqué no a la violencia. En todos los casos se tiene que castigar a presuntos delincuentes, detenerlos, pero lo más importante es cuidar la vida de las personas”.
Desde Palacio Nacional, afirmó que después de ver los enfrentamientos desatados la tarde del jueves pasado en Culiacán, se tomó la decisión de evitar la confrontación, pues “el propósito de detener esta acción fue el de salvar vidas, el de evitar una masacre”.
“Teníamos la información de lo que estaba sucediendo, una situación bastante compleja, complicada, y no podíamos arriesgar la vida de las personas por la detención de un presunto delincuente. Nosotros nunca vamos a optar por la guerra, por la confrontación, por el uso de la fuerza. Lo que nos importa es la vida de las personas”, aseveró el Jefe del Ejecutivo federal.
Asimismo, consideró que sus adversarios aplicaron una política de confrontación y de violencia para supuestamente garantizar la paz y la violencia, “y esa política insensata, inhumana, produjo más violencia, mucho sufrimiento, masacres”.
“Había hasta la decisión de arrasar, de exterminar y lo muestran así los datos de letalidad, de cómo fueron más siempre los muertos que los heridos y los detenidos. Nosotros dejamos en claro desde el principio, está escrito en el Plan Nacional de Desarrollo que íbamos a cambiar esa política absurda, inhumana e ineficaz porque no dio resultados”, señaló.
También sostuvo que el caso de Culiacán sirvió para confrontar los dos modelos, mientras que los conservadores “gritaban, irresponsables que callaron siempre como momias cuando se masacraba a la población, y ahora gritaban y gritaban que querían violencia. Son supuestamente muy valientes, pero con los pantalones de otros y decidimos no arriesgar la vida de la gente”.
Al preguntarle sobre si le intentaron poner un “cuatro” con el fallido operativo del pasado jueves, afirmó “si fue esa la intención, como dicen los abogados, aceptando sin conceder, nos hicieron lo que el viento a Juárez. Punto”.