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Golpe mortal

La mayoría demócrata en la Cámara de Representantes votó este miércoles a favor de someter a juicio político al Presidente Donald Trump por abuso de poder. Trump entrará así en la historia y engrosará una lista en la que están Bill Clinton (1993-2001) y Andrew Johnson (1865-1869)

WASHINGTON, EE. UU., 18 de diciembre. (AFP/EFE).- Un golpe mortal sacude a Washington. La Cámara de Representantes de Estados Unidos dio este miércoles luz verde a un juicio político al Presidente, Donald Trump, en el Senado, al aprobar el cargo de abuso de poder contra él por presiones a Ucrania para que investigara a su rival político el exvicepresidente Joe Biden.

Un total de 230 legisladores apoyaron imputar políticamente a Trump con ese voto, mientras que 197 votaron en contra y uno se abstuvo.

Controlada por la oposición demócrata, la Cámara baja convirtió así a Trump en el tercer mandatario en la historia de Estados Unidos en ser llevado a juicio político, luego de Andrew Jonhson en 1868 y de Bill Clinton en 1998.

Falta ahora que se celebre una segunda votación para que los congresistas se pronuncien sobre el segundo cargo político por obstrucción al Congreso en la investigación de este caso, aunque basta con se dé luz verde a una sola de las acusaciones para considerar al Presidente imputado políticamente.

La decisión de la Cámara Baja de aprobar un juicio político a Trump, que se celebrará en el Senado, era previsible dada la cómoda mayoría demócrata que hay en esta cámara.

A lo largo del día de hoy, la cámara ha escuchado los argumentos de una y otra bancada a favor y en contra de abrirle a Trump un “impeachment”, como se conoce en inglés al juicio político.

Ahora el proceso pasará al Senado, donde se espera que se celebre el juicio político al mandatario a partir de enero.

Allí los republicanos mantienen el control por un ligero margen, de 53 frente a 47, a lo que se suma que el “impeachment” exige además una mayoría de dos tercios, por lo que la destitución de Trump parece improbable.

Una amenaza para la seguridad nacional

Durante el debate, la presidenta de la Cámara baja, Nancy Pelosi, dijo que sus correligionarios demócratas no tenían otra opción que lanzar el proceso de destitución y tildó a Trump de “amenaza continua para la seguridad nacional”.

“Lo que está en riesgo es la idea misma de lo que es Estados Unidos”, dijo antes de la votación Adam Schiff, el legislador que dirigió la investigación contra Trump.

Decenas de personas se congregaron este miércoles afuera del Capitolio para pedir la salida del presidente: “Trump tiene que irse”.

“Siento que tenemos que mostrarle a las personas ahí dentro que esto nos importa”, dijo Jill Watson, una jubilada de 72 años partidaria del proceso contra el mandatario.

Un debate crispado

A ambos lados del hemiciclo los legisladores concordaron en el diagnóstico de que esta es una jornada triste para el país, pero el resto del debate reflejó la polarización que hay en Estados Unidos.

El representante republicano Barry Loudermilk se quejó lamentó durante la sesión que hasta Poncio Pilatos le había otorgado más derechos a Jesús en el proceso en su contra. Y su correligionario Gregory Murphy afirmó que “hay individuos que odian al presidente más de lo que aman al país”.

En los discursos de los demócratas, donde abundaron las citas constitucionales y las referencias a los padres fundadores del país, se repitió la noción de que no tenían otra opción.

“Mirar hacia otro lado cuando el presidente cometió crímenes contra nuestra nación no es una opción”, dijo la representante Rashida Tlaib.

Riesgos electorales

El presidente busca ahora convertir el proceso en su contra en un elemento que atice a sus bases y le dé un impulso para la reelección.

Consciente del riesgo electoral, Pelosi contuvo durante mucho tiempo los llamados a iniciar un proceso contra Trump, hasta que estalló el escándalo ucraniano.

Finalmente lanzó la investigación a fines de septiembre, tras conocerse la denuncia de un funcionario no identificado sobre la presunta conducta inapropiada del presidente durante una llamada telefónica el 25 de julio con su homólogo ucraniano, Volodimir Zelenski.

Varios testigos confirmaron ante el Comité Judicial de la Cámara Baja las presiones para obligar a Kiev a anunciar la apertura de una investigación por corrupción contra Biden y su hijo.

La Casa Blanca se negó a cooperar con la investigación, calificándola de “inconstitucional”, y prohibió a varios de sus asesores dar testimonio.

Por esta razón, los demócratas lo acusan tanto de haber abusado de su poder para beneficio personal como de haber obstruido el trabajo del Congreso.

En septiembre, los demócratas anunciaron el inicio de una investigación para abrir un juicio a Trump, después de que un informante revelara a los servicios de Inteligencia el contenido de una conversación telefónica en julio entre el Presidente y su homólogo de Ucrania, Volodímir Zelenski.

En esa llamada, el gobernante estadounidense presionó al ucraniano para que abriera pesquisas contra su rival político y ex Vicepresidente, el demócrata Joe Biden –actual precandidato de su partido a las elecciones de 2020–, y su hijo Hunter por supuesta corrupción en ese país.

Trump entrará así en la historia y engrosará una lista en la que están Bill Clinton (1993-2001) y Andrew Johnson (1865-1869).

Los rompecabezas de asesores de ambos partidos se centran ahora en dilucidar los posibles efectos del juicio político de cara a las elecciones presidenciales de 2020.

Pero los analistas parecen coincidir en tres cosas: el respaldo sin fisuras de los republicanos a Trump, la buena salud de la economía y las dudas de los demócratas acerca del rumbo a seguir para recuperar la Casa Blanca el próximo año.

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