
La industria automotriz mexicana enfrenta un panorama desafiante en el primer trimestre de 2025. Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la exportación de vehículos ligeros disminuyó un 6.04 por ciento interanual, totalizando 775 mil 866 unidades enviadas al extranjero.
Esta caída contrasta con un incremento del 4.8 por ciento en la producción, que alcanzó las 973 mil 485 unidades en el mismo periodo.
La reducción en las exportaciones coincide con la implementación de un arancel del 25 por ciento por parte de Estados Unidos a los automóviles importados, medida que entró en vigor recientemente.
Dado que el 83 por ciento de las exportaciones automotrices mexicanas tienen como destino el mercado estadounidense, este arancel ha generado una notable incertidumbre en el sector.
A pesar de la disminución en las exportaciones, las ventas internas de vehículos en México mostraron un crecimiento del 3.3 por ciento interanual durante el primer trimestre, alcanzando las 365 mil 25 unidades.
Este aumento sugiere una resiliencia en el mercado doméstico frente a las adversidades en el comercio exterior.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha optado por no responder de inmediato con aranceles recíprocos a las medidas impuestas por el presidente estadounidense, Donald Trump.
En su lugar, el gobierno mexicano busca mantener el diálogo y alcanzar acuerdos que eviten una escalada en las tensiones comerciales. El secretario de Economía, Marcelo Ebrard, tiene previsto viajar a Washington D.C. esta semana para continuar las negociaciones.
La situación actual plantea desafíos significativos para la industria automotriz mexicana, que representa aproximadamente el 4 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) nacional y el 20.5 por ciento del PIB manufacturero.
La dependencia del mercado estadounidense hace imperativo encontrar soluciones que mitiguen el impacto de los aranceles y promuevan la estabilidad en el comercio bilateral.
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