
La noche del domingo, una lluvia torrencial sin precedentes azotó la Ciudad de México, con especial intensidad en el Centro Histórico. De acuerdo con la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, el Zócalo registró 81 milímetros de precipitación, cifra reportada por la Coordinación de Protección Civil y la jefa de Gobierno, Clara Brugada.
La tormenta provocó la suspensión temporal de operaciones en el Aeropuerto Internacional Benito Juárez de la Ciudad de México (AICM), que reinició vuelos poco antes de la medianoche.
Equipos de la administración capitalina atendieron de inmediato las zonas anegadas, apoyados por maquinaria adquirida recientemente para emergencias hídricas.
Obras para prevenir inundaciones
Sheinbaum destacó que la capital cuenta con una inversión histórica en infraestructura hidráulica, que incluye sistemas como el drenaje profundo (inaugurado entre 1975 y 1977), el Túnel Emisor Oriente y tres grandes plantas de bombeo instaladas durante la gestión de Andrés Manuel López Obrador como jefe de Gobierno.

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Pese a estas obras, la presidenta reconoció que cuando las lluvias son tan intensas y prolongadas, el sistema de desagüe no siempre puede operar con máxima eficiencia en el momento, aunque las inundaciones suelen desvanecerse en poco tiempo.
Acciones de limpieza y apoyo a afectados
La mandataria subrayó que su administración respalda a la CDMX en labores de limpieza y asistencia a familias afectadas por pérdida de bienes.
También reconoció el trabajo de Brugada en la limpieza de barrancas del poniente y sur de la ciudad, medida clave para prevenir desbordamientos.
Sheinbaum reiteró que el objetivo es proteger a la población y su patrimonio, garantizando que la infraestructura pluvial y de drenaje responda a los retos del cambio climático y de las lluvias extremas.
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