
Con un discurso cargado de simbolismo, la ministra Norma Lucía Piña Hernández, primera mujer en presidir la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), concluyó su gestión al frente del Máximo Tribunal.
Durante la última sesión del Pleno, celebrada este martes, Piña destacó que la justicia es una construcción en constante evolución y que será la historia la encargada de valorar el papel que desempeñaron los ministros.
“Serán nuestras sentencias las que darán cuenta de ello. Será la sociedad y la historia misma las que juzgarán a quienes hemos juzgado”, expresó la ministra, visiblemente emocionada.
Un ciclo de 30 años en la vida pública del país
La sesión estuvo marcada por la resolución de cuatro juicios de inconformidad relacionados con la elección de magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), los cuales fueron desestimados. Con ello, se declaró la vigencia de la validez emitida por el INE.
Norma Piña subrayó que la Corte ha recorrido un largo camino para consolidar su legitimidad, y que, pese a los debates y disensos, el tribunal se ha mantenido como “piedra angular de la justicia constitucional y bastión de la democracia”.
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Reconocimiento al personal y legado institucional
La ministra también dedicó un mensaje de gratitud al personal jurisdiccional, administrativo y operativo de la Corte, a quienes calificó como “el activo invisible de la justicia”.
Reconoció que su labor ha permitido que la institución funcione con rigor y compromiso.
“La Constitución debe seguir siendo esa brújula moral que nos guía, no como un libro viejo, sino como un pacto vivo que exige renovar lealtad cada día”, enfatizó.
Aplausos y contraste en el Pleno
El discurso concluyó con un minuto de aplausos en la sala de Plenos, aunque ministras como Lenia Batres, Yasmín Esquivel y Loretta Ortiz mantuvieron una postura seria y se abstuvieron de sumarse con entusiasmo.
Piña, sin embargo, agradeció a todos los presentes, recordando que el reconocimiento era compartido con quienes sostienen el trabajo de la institución.
La presidenta convocó a los últimos informes de gestión que se rendirán el próximo 26 de agosto y, con un firme golpe de martillo, dio por cerrada la sesión que marcó el fin de una etapa en la historia de la Corte.
IO