La diputada Diana Karina Barreras del Partido del Trabajo (PT) y su esposo, el morenista Sergio Gutiérrez Luna, nuevamente son objeto de controversia tras ser señalados por asistir a una fiesta VIP del Gran Premio de México de la Fórmula 1, celebrada en octubre de 2024, con un costo estimado de 340 mil pesos para dos personas.
El académico Jorge García Orozco compartió en redes sociales una imagen de ambos legisladores durante el evento exclusivo.
Según explicó, el precio de cada boleto ascendía a ocho mil 500 dólares, es decir, unos 17 mil dólares en total. El evento incluyó presentaciones de artistas como Alan Walker y Esther Anaya.
Críticas por contraste con discurso de austeridad
La publicación ha generado fuertes críticas, especialmente por el contraste con la narrativa de austeridad promovida por la Cuarta Transformación.
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“Son más de dos meses completos de sueldos de ambos como diputados. ¿De dónde sale tanto dinero?”, cuestionó el académico.
Esta no es la primera vez que la pareja de legisladores es señalada por su estilo de vida. En días recientes, se les ha visto portando prendas de lujo, relojes y accesorios de alto valor, lo cual ha provocado indignación entre simpatizantes de Morena y PT.
Viaje a Nueva York en primera clase
Este caso se suma a las criticas recientes luego de que se viera a la misma pareja de legisladores, viajando a Nueva York, Estados Unidos, junto con su familia en asientos de primera clase.
En redes sociales informaron que Sergio Gutiérrez Luna viajó en Aeroméxico en clase premier y donde el valor del vuelo redondo es de aproximadamente 50 mil pesos.
Aunado a la sección que eligió, tampoco pasó desapercibida su mochila Tumi Mclaren de alrededor de 16 mil pesos, lo que hizo que una vez más internautas cuestionaron la austeridad de Morena.
Barreras, conocida como “Dato Protegido”
Diana Karina Barreras también ha sido apodada “Dato Protegido” en redes sociales, luego de que una ciudadana fuera obligada a disculparse públicamente con ella por comentarios considerados violencia política de género.
Este nuevo escándalo reaviva el debate sobre la congruencia entre el discurso público de austeridad y las acciones privadas de algunos representantes de la 4T.
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