
El titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Juan Ramón de la Fuente, afirmó que frente a los tiempos de cambio sistémico que afectan la paz y la estabilidad en diferentes regiones del mundo, es urgente una reforma profunda a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en su estructura, mandatos y funcionamiento.
Durante su participación en la reunión de ministros de Relaciones Exteriores del G20, en el marco del 80º período de sesiones de la Asamblea General y del Consejo de Seguridad de la ONU, De la Fuente subrayó que la revitalización del organismo multilateral “es impostergable”.
El G20 como voz clave en el multilateralismo
De la Fuente recordó que junto con países como Indonesia, Jordania, Kenia, Noruega, Nueva Zelanda, Senegal y Singapur, México conformó el grupo ONU 80, con el propósito de fortalecer el multilateralismo, el derecho internacional y la relevancia del sistema de Naciones Unidas.
“Las estructuras de gobernanza global deben ser inclusivas y efectivas”, apuntó el canciller, al señalar que las desigualdades entre países y al interior de ellos siguen siendo evidentes, lo que limita la capacidad del orden internacional actual para responder a crisis globales.
En este sentido, aseguró que el G20 debe destacar con más fuerza como una voz que defienda el multilateralismo ante los desafíos globales, desde conflictos bélicos hasta el impacto del cambio climático.
Pacto para el Futuro y agenda digital
El canciller también destacó la importancia de la implementación del Pacto para el Futuro, cuyos acuerdos deben incorporarse en la reforma propuesta por el secretario general de la ONU, así como la necesidad de apoyar la instrumentación del panel sobre inteligencia artificial y su diálogo multiactor, en línea con el Pacto Mundial Digital.
“Tiempo de mujeres” en México y en la ONU
En un guiño a la política interna, De la Fuente resaltó que en México “es tiempo de mujeres” y destacó que el país ha registrado avances sociales y reducción de la pobreza bajo el liderazgo de la presidenta Claudia Sheinbaum.
Con este antecedente, planteó que la comunidad internacional debería respaldar que la próxima secretaria general de la ONU sea una mujer, como símbolo de inclusión y renovación en la diplomacia global.
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