Francisco Javier Pizarro Chávez
Concluye la llamada “Semana de la Transparencia 2018” que el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos (INAI) promovió en toda la República y el presidente de la República actual, ponderó como eje del Sistema Nacional de Transparencia (SNT), el cual, según el mandatario, es un ejemplo a nivel internacional.
Enrique Peña Nieto, como es de dominio público, es una persona muy transparente, se le nota inmediatamente cuando miente.
Lo documento. Justo un día antes de iniciar la campaña, se dieron a conocer dos hechos que lo demuestran:
1. El subprocurador de Delitos Federales de la PGR, Felipe Muñoz, informó que se habían librado 12 órdenes de aprehensión a funcionarios de la administración del ex gobernador de Veracruz, Javier Duarte, por delito de peculado que, en cristiano, no es otra cosa que el desvío de recursos federales en su beneficio o de terceras personas.
Felipe Muñoz dijo que por tratarse de recursos públicos federales la Auditoría Superior de la Federación, confirmó que en efecto, durante el gobierno de Javier Duarte —hace unos días, condenado a 9 años de prisión— hubo un mal manejo de las partidas federales asignadas a salud, educación, seguridad y fortalecimiento de municipios.
No obstante que las denuncias fueron presentadas desde hace 4 años, fue hasta ahora que la ASF interpuso 12 de las de las 70 denuncias por desvíos de recursos federales.
A pregunta de los periodistas que le cuestionaron el porqué hasta ahora se había emitido la orden de aprehensión sólo a 12 funcionarios de la administración de Javier Duarte, el subprocurador de Delitos Federales de la PGR no se anduvo por las ramas:
Explicó que cuando llegó al cargo a finales de 2016 “había carpetas que cuando llegamos, ni siquiera estaban integrándose” y las que estaban integradas “pareciera que la intención era que no salieran nada bien”.
2. Ese mismo día, el presidente electo Andrés Manuel López Obrador cuestionó severamente al INAI, cuyos integrantes perciben un sueldo de 250 mil pesos mensuales, el que no haya “hecho nada” en casos tan escandalosos como los de la “Estafa maestra” en los que se vieron implicados funcionarios como la ex secretaria de Desarrollo Social Rosario Robles Berlanga, Alfredo del Mazo, ex director de Banobras y actual gobernador del Estado de México; Emilio Chuayffet, ex secretario de la SEP, y José Reyes Baeza, ex director del ISSSTE y el de Odebrecht en los que están en la mira Emilio Lozoya, ex director de PEMEX; Antonio Meade, ex secretario de Hacienda y ex candidato presidencial del PRI y Enrique Peña Nieto.
Para taparle el ojo al macho y protegerse, el INAI, el martes pasado, solicitó a la PGR que los datos originados en la averiguación previa del caso se dieran a conocer.
Y sin rubor alguno, el INAI, dijo que con esa “resolución da cause a un sentido reclamo social que es el combate a la corrupción, garantiza el principio de publicidad sobre la información relacionado con las indagatorias de hechos que generaran indignación y lastiman a la población”.
Vaya cinismo.
La ASF y el INAI forman parte del Sistema Nacional de Transparencia, el cual, se supone, tiene como finalidad “facilitar el conocimiento y evaluación de la gestión pública; a la promoción del derecho de acceso a la información y la difusión de la cultura de la transparencia y su accesibilidad, así como a una fiscalización y rendición de cuentas efectivas”.
Ambos organismos, que nada tienen de autónomos, son igual de transparentes que Peña Nieto: se le nota inmediatamente cuando miente.
Para ellos la transparencia es una cortina de adorno que templa la luz para ocultar el lado obscuro de la corrupción.