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Opinión

Una Lucha Muy Digna

Hugo Carbajal Aguilar

Esta es una breve presentación de un texto pleno de convicciones que elaboraron maestros de educación básica del Estado de Puebla. Con toda claridad estos trabajadores llaman a su movimiento de protesta permanente “La Lucha Digna” porque eso es precisamente, un ejercicio de dignidad que han emprendido desde siempre y desde su labor magisterial. Su vocación les ha hecho entender cuál es el propósito primigenio, auténtico y primordial de la Educación, así con mayúscula.

Saben, por ejemplo que… Escuchémosles…

“La práctica en nuestras escuelas es formar esclavos para el sistema productivo. La escuela es adaptada al modelo económico productivista, mercantil, de competencia. El modelo neoliberal de producir, ganar, ser eficiente, eso quiere de los maestros: eficiencia, competitividad, productividad. Entonces, los maestros son esclavos que formarán esclavos. Se viven prácticas de rutina, memorísticas, de acoso laboral. Estas condiciones las seguimos rechazando, contra la reforma educativa, es parte de nuestra lucha hoy”.

Comprenden a la perfección el papel que cumplen o deben cumplir los maestros:

“…formar la conciencia, la conciencia nacionalista, la conciencia patriótica, la conciencia de clase. Por eso, junto con la Reforma Energética, la Reforma Educativa es muy importante para el gobierno, por eso quieren tener a los maestros sometidos para que jueguen ese papel de esclavos formadores de esclavos… no podemos pensar que el magisterio va a estar siempre así… cualquier día volverán a las calles miles de maestros, echaremos abajo la Reforma Educativa y que en este pueblo se den mejores condiciones de vida… nuestro lema: mientras haya maestros en pie, no habrá un pueblo de rodillas”.

Uno de sus pecados fue el haberse negado a la aplicación de la prueba ENLACE –Evaluación Nacional de Logros Académicos en los Centros Escolares- y con suficientes argumentos, pues la calificaron como:

Un instrumento que no se apega a los planes y programas de estudio de educación secundaria.

Un instrumento de evaluación estandarizado… por consiguiente, las condiciones socioeconómicas tan adversas de nuestros alumnos ocasionan que los resultados no fueran óptimos…

Esa fue la consecuencia por la que esos alumnos fueron etiquetados como tontos e incapaces.

Este trabajo, alentado por una convicción revolucionaria, fue elaborado con paciencia y dedicación. Narran en él sus exitosas experiencias con sus niñas y sus niños. Uno de ellos, por cierto egresado de la Normal de Ayotzinapa tan célebre ahora por su combatividad y por la última represión que acabó en tragedia a causa de Policía y Ejército cómplices de narcodelincuentes, comparte:

“Yo salí de la Normal Raúl Isidro Burgos, de Ayotzinapa. Aquí en esta mi escuela realizamos actividades productivas con los alumnos como siembra de hortalizas, maíz; cosechamos limones. Al usar la báscula los niños aprendían fracciones. Conceptualizaban y contextualizaban todos esos términos. Limones, rábanos y cilantro iban a parar a los hogares de los niños. Se generó entonces una Comunalidad”.

Esto último es muy importante porque destaca precisamente la diferencia entre lo que pretende la Reforma Educativa y la práctica docente objetiva e histórica. Entre la famosa –por infame- Competitividad frente a la Cooperación. Entre la hostilidad sembrada al ver al otro como un rival y dejarlo de ver como un compañero. Formar Comunidad donde todos veamos por todos, donde cooperemos en favor de todos, donde no haya ningún necesitado, ni marginado.

Todo eso aparece en la práctica de estos maestros como un objetivo de la Educación. El ser humano educado es aquel que es solidario, fraternal, amistoso, desprendido, generoso. No el individualista, egoísta, calculador, agresivo, distante.

“Los niños –siguen diciendo- mejoraron sus áreas verdes y de siembra con la pala y el azadón… Fundamos un comedor que luego retomó el DIF y les llevábamos huevos de nuestras gallinas criollas”.

Se propiciaba así una formación integral con higiene escolar, desarrollo psicomotriz, cuidado del medio ambiente y generación de hábitos buenos. No faltaban los grupos de danza y poesía coral. Los padres de los niños también se integraron en estas actividades como la siembra de árboles frutales, su cuidado y su cosecha.

Maestros ejemplares estos que, al mismo tiempo que exigían sus derechos oponiéndose a la imposición de medidas burocráticas coercitivas, primitivas e inútiles como la prueba ENLACE, la ACE y la misma Reforma Educativa, nunca descuidaron su cotidiana tarea atendiendo a sus niñas, sus padres de familia, su propia comunidad.

Se da aquí cuenta descriptiva de las represiones sufridas, del desencanto y la desilusión de muchos de ellos que abandonaron la lucha perdiendo sus derechos al aceptar ser recontratados bajo indignas condiciones así como de otros que –incluso- decidieron irse a otros Estados.

Pero también se ofrece la terca insistencia plena de convicciones de quienes soportaron todo: amenazas, golpes y –a la vez- intentos de cooptación, de chantaje como ofertas de partidos políticos que les entregaban en bandeja diversas candidaturas desde diputaciones federales o locales hasta la misma gubernatura del Estado.

No aceptaron por supuesto. “Nosotros, respondieron, no andamos en estos movimientos por buscar un puesto… Y, si saben contar, no cuenten conmigo”.

¿Qué sigue ahora? Estos maestros lamentan que mucha gente del charrismo sindical se haya incorporado a este triunfo de MORENA en el país porque de lo que se trata es de “llevar a compañeros honestos, compañeros que por su trayectoria merezcan estar ahí, que demuestren trabajar en y con el pueblo”.

Y eso es lo que sigue, estar ahí, seguir comprometidos y observar con atención a dónde nos va a llevar este proceso.

Estamos más que obligados a aprovechar esta muy ejemplar experiencia.

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