De la Redacción
Una amplia estructura delictiva que se moviliza por las diversas calles de las supermanzanas 63, 64, 65 y 66, donde sus operadores han establecido diversos mecanismos para alertarse ante cualquier situación, ya sea a través del silbido, llamadas o mensajes telefónicos, es la que manejan los grupos delictivos en la zona de El Crucero para “proteger” su territorio, bajo la complicidad de los cuerpos de Seguridad Pública.
Y es precisamente esta área de la ciudad donde la problemática de la inseguridad se ha incrementado considerablemente que ni colocando una base móvil de Seguridad Pública, se ha podido contrarrestar la situación, pues es más que evidente la corrupción que impera al interior de la dependencia.
De las cuatro supermanzanas que rodean la zona de El Crucero, la 66 es donde más inseguridad se respira, al recorrer las calles 18 Poniente y parte de la 22, así como las laterales que son donde se concentran cuarterías completas que sirven como verdaderos prostíbulos las 24 horas del día.
Pero lo grave de ello, es que entre estas viviendas, existen algunas más que funcionan como “picaderos” para la venta y consumo de drogas, además de que otras funcionan como bodegas donde se clonan los discos piratas que es otro de los grandes negocios que controla la delincuencia en la zona.
Cada vez que ocurre algún hecho delictivo que trasciende inmediatamente en toda la ciudad, como es el caso de una ejecución, los cuerpos de seguridad aparentan tomar cartas en el asunto al implementar patrullajes supuestamente para inhibir a los delincuentes.
Sin embargo, todo resulta ser una completa simulación porque las mismas patrullas son las que cobran cuotas y protegen las casas donde prolifera la prostitución y custodian el movimiento de los “padrotes” que cuidan a las decenas de mujeres de la “vida galante”.
En cada una de las esquinas de las calles 3 norte, 5, 7 y 9, los grupos delictivos cuentan con un “halcón”, que en algunos casos asemejan ser trabajadores de las empresas de transporte, pero que en realidad tienen otra función.
Principalmente, son los encargados de alertar mediante silbidos o gritos de que algo está pasando en la zona, incluso vía celular a través de llamadas o mensajes de texto, para la gente para la que trabajan, estén atentos.
“Están tomando fotos, están tomando fotos”, alertó a todo pulmón, uno de los “halcones” de la zona cuando se realizaban gráficas de los alrededores de la Supermanzana 66, al tiempo que varias personas se asomaron e inmediatamente con sus celulares, comenzaron a hacer llamadas y enviar mensajes de texto.
A los pocos minutos, sujetos a bordo de motocicletas se acercaron al punto indicado y otros más comenzaron a circular por las calles, junto con patrullas de Seguridad Pública que pareciera estar trabajando en un mismo equipo.
Sobre la avenida José López Portillo, pareciera que no pasa nada, porque la gente pasa de un lado a otro, entra a los diversos establecimientos de la zona sin aparente problema, sin embargo, la tensión es más que evidente.
En la parte posterior del supermercado que está en la calle 3 norte esquina con López Portillo, justo donde fue ejecutada una persona la tarde del pasado viernes y donde un menor de edad resultó gravemente herido de manera circunstancial, fueron colocadas unas flores y una veladora, lo que reflejan la grave problemática de inseguridad y la complicidad que existe de la Secretaría Municipal de Seguridad Pública.
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