Por Rocío Mena Réndiz
“Ahí donde tiene su imperio el Mar del Caribe, nació la princesa más bella de Quintana Roo. Su padre fue el cruel infortunio, y cuenta la historia que un día el hada Janet destruyera su reino. La patria dolida lloraba tan trágico sino; pero surge increíble el coraje de un pueblo con fe; trabajo y amor al terruño obraron milagros, y así renació esplendorosa Ciudad Chetumal”.
Durante toda la temporada de huracanes de 1955, una de las de mayor actividad ciclónica del siglo, la prensa local, nacional e internacional estuvo publicando noticias muy alarmantes sobre los efectos destructores de los meteoros, mientras Chetumal, pequeña ciudad a la orilla de una apacible bahía caribeña, proseguía su vida cotidiana en torno a la explotación del bosque y el comercio, hasta que el lunes 26 de septiembre sus habitantes vieron interrumpida su rutina al desayunarse con la noticia de que el huracán Janet se aproximaba a la costa de Quintana Roo, despertando todo tipo de comentarios y recuerdos; como los del huracán sin nombre que azotara a Chetumal el 8 de noviembre de 1942, o el que destruyó a Belice en 1936, o bien de los estragos del Hilda, que tan sólo unos días antes había afectado gravemente a Vigía Chico, Cozumel y Carrillo Puerto, y posteriormente a Tampico, Tamaulipas.
El martes 27 de septiembre amaneció muy nublado y hasta se sentía un poco de frío, como si fuera una mañana de invierno. Ya no se volvió a ver el sol y se inició una llovizna tenue al principio, que se volvió intermitente con intervalos de fuertes aguaceros, confirmándose la fatídica llegada del huracán; el aeropuerto fue cerrado y se fueron suspendiendo poco a poco todas las actividades; muchos se concentraron en los templos para orar; algunas personas semejaban fantasmas ambulantes sin rumbo fijo; la mayoría de los habitantes se encontraban tristes, reflejando en sus rostros y conductas la desesperación y la impotencia; iban camino a los refugios lamentándose de su suerte, cargando algunas de sus pertenencias y de alimentos; otros pensaban con optimismo que el huracán podría cambiar su trayectoria en el último momento y salvarse, al grado de no querer ir a los refugios por no dejar solas sus viviendas y pertenencias.
Ese día los periódicos no llegaron, sólo se contaba con la información que proporcionaban estaciones de radio cada 30 minutos, basándose en información de Miami. Chetumal estaba sola ante la desgracia, como lo había estado la mayor parte de sus primeros cincuenta años de su corta existencia, pero en unas horas más, millones de personas, mexicanos y extranjeros, sabrían por primera vez de ella, cuando los diarios publicasen <<<el relato dantesco de la tragedia.
El Gobierno del Territorio, la Inspección General de Policía y la Guarnición de la Zona Militar, junto con la ayuda de voluntarios, prestaron valiosos servicios a los que quisieron acudir a los refugios establecidos, como fueron la escuela Belisario Domínguez, el hotel Los Cocos, el hospital Morelos, el aeropuerto, la antigua penitenciaría, y el segundo y tercer piso de Palacio de Gobierno.
El Diario de Yucatán en su edición del día 28 publicó las siguientes noticias:
“Miami, Florida, 27 de septiembre. (The Associated Press). Con vientos de 135 millas por hora alrededor de su centro, el gran huracán ‘Jannet’, convertido en una tormenta de tremenda potencia durante las últimas 24 horas, avanzaba esta noche hacia Belice y el extremo suroriental de México”. “Este huracán, décimo de la temporada, debe azotar durante las próximas horas a la parte norte de Honduras Británicas y al Territorio Federal de Quintana Roo, según se anunció esta noche, a las 11 horas, (10 pm, de Mérida) al observatorio de esta ciudad.
A esa hora el huracán se dirigía hacia el oeste-noroeste a razón de 21 millas por hora y se encontraba en los 18.1 grados de latitud norte y 86.6 grados de longitud oeste. Los vientos con fuerza huracanada se extienden a 80 millas del centro y las rachas ciclónicas alcanzan hasta 250 millas por el norte y 100 millas por el sur.
Se espera que la tormenta siga su curso actual durante las próximas 12 o 24 horas. Este curso hará que dentro de pocas horas, el centro del huracán caiga sobre la Bahía de Chetumal. Se deben de tomar toda clase de precauciones en Honduras Británicas y, especialmente, en la parte del Territorio, contra los peligrosos vientos, rachas huracanadas, mareas anormalmente grandes y fuertes aguaceros. Todas las embarcaciones pequeñas que se hallan entre Cabo Gracias a Dios, Honduras y el Canal de Yucatán deben refugiarse en un puerto.
Hasta ahora, este huracán ha causado 200 muertos, entre ellos 11 tripulantes de un avión que entró ayer en la tormenta para explorarla y que ha desaparecido por completo. Hoy se recorrió un área de 40,000 millas cuadradas sin encontrar vestigios del avión que se perdió entre Guantánamo, Cuba, y Panamá.
El Huracán ‘Janet’ sigue un curso muy semejante al del huracán anterior, ‘Hilda’, que causó graves daños en Tampico y en poblaciones de la Península de Yucatán”.
El huracán ‘Janet’ ha crecido en proporciones tremendas durante el período de las últimas 24 horas. Aviones de reconocimiento de la marina norteamericana estimaron esta mañana la presión más baja de 27.70 pulgadas y vientos con velocidad mayor de 100 millas por hora.
El huracán pasó cerca de la isla de Swan al mediodía y a las 5 de la tarde se encontraba a 75 millas al oeste de la misma y a 225 al este de Belice. Se está moviendo hacia el oeste-noroeste a una velocidad de 21 millas por hora. Los vientos más fuertes se estimaron a una velocidad de 125 a 135 millas por hora sobre la pequeña área cerca del centro, y los vientos fuertes del meteoro que se extienden hacia afuera de cerca de 80 millas del centro”.
El huracán se mueve ahora hacia el noroeste a 36 kilómetros por hora. Los vientos más severos se estiman en 180 kilómetros por hora y el radio de acción de los vientos se extiende hasta 62 kilómetros fuera del centro. La punta del huracán, agrega, se extiende a 320 kilómetros en semicírculo al norte y 160 kilómetros al sur. Su movimiento de traslación tendrá pequeños cambios de intensidad y debe alcanzar la zona Chetumal-Belice sobre la costa Mainland, alrededor de las 21 horas de hoy.
Aviones y buques cruzaron hoy en todos los sentidos el Mar Caribe, en busca de 9 aviadores de la Marina y dos periodistas canadienses perdidos durante su atrevido intento de llegar hasta el centro del huracán tropical ‘Janet’, que ha tenido ventarrones de 170 kilómetros por hora.
La estación meteorológica de la Isla del Cisne, Honduras, en el Caribe, comunicó a las 12:45 el siguiente despacho urgente:
‘Las antenas están siendo derribadas. Abandonamos la Estación. Todos estamos buscando refugio en el edificio de la Marina. A esta hora soplaba con vientos de 160 kilómetros por hora. Entretanto, se tienen noticias de que otro avión de la Marina ha volado en la zona con el mismo propósito que llevaba el aparato que se perdió con los periodistas’.
Siguiendo la ruta del ‘Hilda’, el ciclón ‘Janet’, que se originó hace exactamente una semana al suroeste de la isla de Martinica (Indias Occidentales Francesas) y que ha causado centenares de víctimas a su paso por las islas de Barlovento, entrará hoy en la Península de Yucatán por las costas de Quintana Roo y la atravesará en el curso de la mañana, saliendo al Golfo probablemente al sur de Mérida”.
Todo lo anterior se publicó un día antes de la tragedia, mientras que los preocupados habitantes de Chetumal recibían información durante la noche y la madrugada por la estación de radio de la Compañía Mexicana de Aviación. Uno de los últimos informes recibidos, a las 11:30 pm, decía que según los reportes recibidos de Chetumal, llovía copiosamente en esa población y azotaban vientos del nordeste con una velocidad de 34 millas por hora y rachas de 45, calculándose que el ciclón pasaría por ese lugar entre 4 y 5 de la madrugada del miércoles.
A la una de la madrugada se obtuvo otro reporte informando que a las 0:20 am los vientos tenían una velocidad de 50 millas, con rachas de 86, y a las 2 de la madrugada se recibió el último reporte, que decía que había fortísimas lluvias y vientos tormentosos azotaban a la ciudad, y poco tiempo después la comunicación quedó interrumpida, la tragedia se iniciaba. (Texto enviado por el exsenador Jorge Polanco Zapata) CONTINUARÁ…
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