Síguenos

Quintana Roo

Transportistas, en constante riesgo

Por Yolanda Gutiérrez

 

Entre la delincuencia organizada y las extorsiones de toda autoridad que encuentran por el camino, transportistas que viajan desde distintos puntos de la República para entregar mercancía en Cancún se sienten entre la espada y la pared, temen por su vida y por la carga que trasladan y consideran que las carreteras de México son poco seguras.

De hecho, la mayoría evita cargar mercancía en Tampico, Sinaloa y Michoacán, estados en los que sistemáticamente son acosados por grupos de la delincuencia organizada, quienes exigen un pago por derecho de piso o, lo que es lo mismo, por el derecho a transitar en determinada vialidad.

Además, arriesgan su integridad física en el tramo comprendido entre el Estado de México y Puebla, donde los transportistas son bajados a punta de pistola para despojarles de sus unidades y más de uno ha sido asesinado, en virtud que en los últimos meses los delincuentes se han vuelto más sanguinarios y se les hace fácil matar al conductor para llevarse el trailer completo.

Se habló con algunos transportistas recién llegados de diversos puntos de la República mientras esperaban a que sus trailers fueran descargados para retornar de nueva cuenta, quienes coincidieron en señalar que ni de broma cargan mercancía en Tampico, Sinaloa y Michoacán, debido a que la delincuencia organizada les cobra cuotas que pueden alcanzar más de cinco mil pesos a cambio de permitirles circular sin problemas por aquellos estados.

Uno de ellos señaló que a varios compañeros les han robado sus trailers en el tramo comprendido entre el Estado de México y Puebla, donde los delincuentes atraviesan un vehículo en la carretera y al detenerse el trailer, el conductor es bajado a punta de pistola con amenazas de muerte si no obedece, para llevarse la mercancía con todo y unidad e incluso entre la comunidad de transportistas se habla de que más de un compañero ha sido asesinado, en diferentes carreteras de México.

“Pero eso no es todo, si nos libramos de los delincuentes en el camino, al entrar en Yucatán nos enfrentamos a los otros delincuentes, esto es a los de uniforme, me refiero a la policía federal, que nos piden todos los permisos habidos y por haber, desde el de carga hasta el anticontaminante y si por la de buenas los llevamos todos, entonces se inventan cualquier cosa”.

Aseveró que es todo un vía crucis llegar a su destino, debido a los continuos retenes ubicados en distintos puntos de las carreteras y en los que, indefectiblemente, se ven obligados a soltar las famosas “mordidas” aunque lleven todos sus permisos en regla, por la simple razón de que los federales siempre encuentran algún motivo para cobrarles.

Dijo que no pueden salir a carretera sin los numerosos permisos exigidos por la Policía Federal o de lo contrario los uniformados les amenazan con aplicarles fuertes sanciones que no bajan de los cinco mil pesos… salvo que lleguen a un “arreglo” económico y agregó que si las autoridades observan que todos los papeles están en regla y no hay por dónde sorprender al conductor, le piden la denominada bitácora de ruta, que no siempre se puede respetar debido a los imponderables que pueden encontrarse en el camino.

“Muchos compañeros, y me incluyo, hemos tenido que darle sus mordidas a los federales cuando nos paran y nos falta alguno de los permisos o documentos, así es que la mayoría cuenta ya con todos los requisitos para desplazarse por las carreteras de México sin problema alguno, pero aún así, no falta el agente de Tránsito que, llegando a Cancún, exija el permiso para circular por el municipio, que es casi imposible de tramitar debido a las

pocas facilidades, las casetas de la carretera no sirve desde hace más de dos años y, para agilizar el trámite, nos conviene pagarles a los tránsitos los 500 pesos que piden para poder entrar, te dan una clave y si te vuelve a parar otro tránsito, le dices esa clave y ya no te molestan”.

Siguiente noticia

Vital, concluir modernización del aeropuerto