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Quintana Roo

Paralizada la flota marítima

Por Yolanda Gutiérrez

Paralizadas en Puerto Juárez alrededor de 200 embarcaciones turísticas y pesqueras menores de 40 pies de eslora a consecuencia del ingreso del frente frío número 30, que orilló a las autoridades competentes a restringir, desde las once de la mañana, la navegación a embarcaciones de estas características, con la consecuente afectación a la economía de prestadores náuticos y pescadores.

Según el reporte meteorológico de la Semar, se esperaba durante el jueves viento del noreste 15 a 20 nudos con rachas de 25 a 30 nudos y olas de 7 a 10 pies sobre la costa de Yucatán y canal de Yucatán, así como costa de Quintana Roo.

En la Terminal Marítima de Puerto Juárez, directivos de la cooperativa OPCA señalaron que antes del cierre lograron zarpar tres o cuatro embarcaciones para ofrecer el tour de snorquel, mismas que deberán permanecer en Isla Mujeres hasta que las autoridades portuarias levanten las restricciones a la navegación, lo que, de prolongarse, podría resultarles bastante oneroso, en virtud que en promedio, sólo por el muellaje, por cada lancha se cobra alrededor de 500 pesos.

“Las lanchas que zarparon tendrán que quedarse en isla hasta que se abra el puerto y los turistas que compraron el paseo tendrán que regresar en barco de ruta, bien por Ultramar o Naveganto, que son las únicas opciones ahora”, expresó Rodolfo Lizárraga Cetina, contador de OPCA.

Varios turistas, entre ellos algunos con maletas, esperaban el arribo de los barcos de ruta de la naviera que quedó sin competencia, al menos temporalmente, en Puerto Juárez, sentados en los arriates de los pasillos de la terminal, que carece de una sala de espera formal desde que fuera rentada por la anterior administración de Apiqroo a la empresa de los barcos pirata.

Y aunque Marinsa advirtió que su salida era temporal y obedecía a una reestructuración, la realidad es que su taquilla se encuentra completamente desbaratada, sin ningún tipo de mobiliario en su interior.

Algunos visitantes compraban sus boletos en la taquilla de Naveganto, al igual que turistas que llegaron después de las once, dispuestos a comprar el tour de snorquel, y tuvieron que conformarse con cruzar a Isla Mujeres en los barcos de ruta.

Se recorrió la zona de playa en la que los pescadores atracan sus embarcaciones, pero en esta ocasión, a causa de la incipiente lluvia, no hubo con quién hablar, en virtud que ni un solo hombre de mar se encontraba en el área, ni siquiera para platicar o echarse unas cervezas, que es lo que suelen hacer cuando se ven imposibilitados de salir a laborar.

Y es que la lluvia cayó prácticamente sin pausa durante buena parte de la mañana, lo que orilló a la población a protegerse con paraguas e impermeables, en tanto que en la zona hotelera algunos turistas que pese a las precipitaciones salieron de sus centros de hospedaje, se cubrían con toallas o paraguas cortesía de los hoteles en los que se alojan.

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