Por Olivia Vázquez
Hoy en día, cada quien conoce a Cancún de la forma que mejor prefiera. La mayor plataforma de hospedaje residencial que opera en el mundo, Airbnb ya ofrece en Quintana Roo más de 350 experiencias de viaje a los turistas que están llegando a los destinos para conocerlos de la forma vivencial, en una convivencia con su cultura y tradiciones, más allá de la propia riqueza natural que ofrece el destino. Las experiencias que generan una derrama económica directa en los destinos abarcan desde las aventuras en la selva, bioexperiencias, inmersión al mundo de la fauna y flora locales, paseos en kayak a playas secretas, ceremonias ancestrales mayas, hasta tours de personas locales que ofrecen una ruta no tradicional de gastronomía y arte urbano.
Y así lo refería Angel Terral, Gerente General de Airbnb para México, Centroamérica y el Caribe, en su conferencia magistral que ofreció ayer en el destino, donde refería que esta nueva forma de conocer los destinos, el año anterior generó en Quintana Roo una derrama económica de más de siete mil 200 millones de pesos directo en los destinos generando nuevas oportunidades económicas en su región.
Las experiencias se suman a las recomendaciones de los anfitriones de los hogares compartidos en la contribución al consumo de los viajeros en comercios, restaurantes y servicios locales.
Las experiencias van más allá de las típicas excursiones o clases, ya que los viajeros se sumergen en el mundo único de cada anfitrión.
Ya es posible en Quintana Roo, conocer desde el mundo de las abejas nativas, sin aguijón, donde se aprende a diferenciar las especies, se ven las formaciones de las colmenas y se prueba la auténtica miel. También se puede vivir una bioexperiencia en Puerto Morelos, donde se conocen los árboles majestuosos, sus cenotes y la fauna de la zona para terminar con un nado en snorkel y visitar el jardín botánico.
Otra experiencia es la limpieza chamánica de energía, con una caminata al templo del escorpión, para conectarse con la energía sagrada del mar.
En Cancún, se tienen experiencias para admirar el arte callejero, pero si prefiere el turista probar un taco de canasta, de arrachera y llegar al pastor para terminar con una marquesita, también hay recorridos en las ciudades, donde puedes meterte al mercado, preparar tu propia cena o ser atendido por un anfitrión con el arte de la gastronomía local.
Hay de todo y para todos los gustos. A nivel mundial ya suman 40 mil experiencias, algunas de ellas que han generado destinos por el atractivo que está representando la experiencia, como el caso de la reserva de lobos en Norteamérica o tener la oportunidad de conocer un castillo o simplemente caminar por una ciudad para conocer su arquitectura.