Por Eva Murillo
La experiencia acumulada durante cinco años sobre el comportamiento poco predecible del sargazo parece no haber servido de nada, pues ninguna autoridad de los tres niveles de gobierno ha dado a conocer cual será la estrategia para combatir el fenómeno natural, que por el momento ha dado un descanso a las costas de Quintana Roo, sin embargo, los pronósticos de especialistas hablan de que en enero o a finales de ese mes el embate de los recales masivos van a reiniciar.
Restan alrededor de 60 días con aguas transparentes y blancas playas para Quintana Roo y el calendario sigue avanzando. Una parte de esos días serán inhábiles, ya que se atraviesan fechas festivas y aunque la arena del reloj empezó a disminuir todavía no se sabe cuántos recursos humanos y materiales, métodos, agenda de acciones y los usos o quien va a comercializar el sargazo, entre otros incógnitas, que van desde leyes hasta que hacer con él una vez recolectado.
Apenas hace nueve días la Conacyt y la Semar lanzaron la convocatoria Fondo Sectorial SEMAR-Conacyt 2019, para integrar grupos multidisciplinarios de investigación que atiendan dos tipos de demandas: evaluación de equipamiento en el mercado internacional para la contención, colección y procesamiento primario del sargazo en zonas someras; y los estudios técnicos de caracterización del sargazo, para generar una normatividad asociada a los riesgos y su potencial aprovechamiento.
La publicación de los análisis de los resultados de las propuestas recibidas está agendada para finales de marzo de 2020.
Desde que en junio pasado el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que todas las acciones y estrategias de combate al sargazo estarían a cargo de la Secretaría de Marina (Semar), las autoridades estatales y locales, al ser cuestionadas sobre el tema responden que la respuesta la tiene la Marina.
Mientras tanto, el 31 de octubre pasado, el Instituto de Administración de Bienes y Activos entregó en donación a la Semar el buque sargacero Kelsol, que será utilizado en la estrategia de contención del sargazo en las costas del estado de Quintana Roo.
La embarcación de origen extranjero, que se encontraba abandonada en la costa de Ensenada, Baja California, fue trasladada el 4 de septiembre, para su resguardo y rehabilitación, al muelle de la Sexta Región Naval, ubicado en el Puerto de Manzanillo.
Según el pronóstico de presencia de sargazo en el mar Caribe que emite la Universidad del Sur de Florida, hay pocas cantidades de algas, por lo que durante los meses de noviembre y diciembre las costas de la región del Caribe y del Golfo de México tendrán bajo recale.
El mismo boletín también advierte que en el Atlántico tropical oriental hay grandes cantidades de algas que en caso de ser arrastradas hacia el Oeste por la corriente ecuatorial, el mar Caribe podría registrar de nuevo grandes cantidades de sargazo en enero de 2020.
El panorama no es alentador, pero las acciones siguen sin ser claras y parecen ir lentas en comparación con el comportamiento del fenómeno natural que desde el 2015 ha estado presente en las costas de Quintana Roo.