Por Olivia Vázquez
La percepción de inseguridad que etiqueta al país, ha sacado de moda a destinos como Cancún, Acapulco o Mazatlán para atraer al segmento turístico “spring break” que a punto de arrancar su temporada, no reportará ningún crecimiento en estos destinos.
Este segmento turístico sigue siendo uno de los más grandes del mercado norteamericano, sin embargo los grupos de estudiantes, que representaban el turista repetitivo del futuro en Cancún, ahora se desvían a destinos como Jamaica, República Dominicana y al interior mismo de los Estados Unidos.
La percepción de inseguridad, golpea a este segmento que todavía tiene una dependencia económica de sus padres quienes determinan no venir a destinos que tienen la etiqueta de inseguridad.
Tours operadores, hoteleros y náuticos del destino advierten que este segmento no crecerá en esta temporada y que si bien le va, mantendrá los mismos rangos que en los últimos tres años; es decir, sólo atraerá un promedio de 20 a 25 mil estudiantes a la región que se dispersarán por todo el corredor turístico y que pasarán desapercibidos en medio del flujo turístico general que vacaciona en los destinos.
La temporada de springbreaker, que atraía en los años 90as a más de cien mil jóvenes en la última semana de Febrero y durante Marzo, su periodo vacacional, le generaba al destino un fuerte activador de ocupación y de operación a los prestadores de servicios como discotecas, bares y actividades acuáticas que se ofrecen en la región.
En la moda por Cancún, este segmento turístico dejaba una derrama económica importante a estos sectores y permitía que las operaciones fueran favorables en los años de éxito de esta región.
Ahora prestadores de servicios turísticos añoran esos años a pesar de que ellos mismos perdieron el interés por este visitante escandaloso y de fiesta permisiva que fue limitado por un Código de Conducta que se dictó para evitar la mala imagen turística y que Cancún fuera etiquetado por este turismo masivo de bajo poder adquisitivo que sin embargo representaba el turismo repetitivo en su etapa adulta.
Ahora que las condiciones han cambiado, prestadores de turismo reconocen que la falta de promoción y la percepción de inseguridad que se refiere en la región, serán los principales factores que limitarán el flujo de este tipo de visitantes, que si bien seguirá llegando al destino, lo hará en grupos pequeños y en una situación muy diferente a la que se daba en años anteriores.
De hecho, agencias de viajes y tours operadores que controlaban el mercado y que traían grupos numerosos cada semana, ya no tienen un paquete definido para este sector en específico y sólo algunos casos, hoteles y marinas hacen descuentos especiales para atraerlos, pero cada año es menor la posibilidad de captación que se tiene de este mercado.