De la Redacción
TULUM, 21 de marzo.- Con la entrega de títulos de propiedad a solares urbanos, por parte de la autoridad federal en el núcleo poblacional de Manuel Antonio Ay, los beneficiados cuentan con certeza jurídica en sus tierras, sobre todo por el problema que siempre ha persistido de la disputa de éstas por años.
En este aspecto, fue en el trascurso de la semana en que autoridades del Registro Agrario Nacional (RAN) hicieron entrega de títulos de propiedad de solares urbanos a los ejidatarios de Manuel Antonio Ay, lo que les da certeza jurídica a sus tierras.
Sobre todo, luego que por años se han registrado disputa de las tierras de ese ejido, en donde se han dado enfrentamiento entre los mismos comuneros, daños en propiedad ajena, tras la quema de viviendas, finalmente los beneficiados ya podrán estar tranquilos a sabiendas que cuentan con un documento valioso.
Los comuneros de ese ejido que ha vivido en un divisionismo muy marcado, a causa de un ex líder ejidal, quien de manera vil los despojaba de sus tierras; habrá quien murió en el intento por salvar su patrimonio, otros se marcharon del lugar dejando su lucha ante el Tribunal Unitario Agrario (TUA) en donde no veían avance y evitar los enfrentamientos violentos al temer por su integridad.
Fue tras el cambio de comisariado ejidal, donde de nuevo un familiar del cacique ejidal quedó al frente, al darle el voto de confianza el grupo contrario y empezó a notarse el cambio, al comprometerse a trabajar y hacer las gestiones para beneficio de todos los ejidatarios, incluso fue quien donó un terreno, desde luego con la anuencia del ejido para la casa de salud y, en donde empresarios contribuyeron para su edificación.
Hoy todos los beneficiados, que no esperaban que finalmente el día llegara se sienten satisfechos, tras contar con el título de propiedad y con ello certeza jurídica su patrimonio familiar.
Dichas tierras fueron muy demandadas cuando se anunciara el mal logrado proyecto del aeropuerto en la Riviera Maya, lo que derivó en los conflictos por la venta de esas tierras al mejor postor, pero tras la cancelación, ya nadie se interesó en esas tierras, decayendo con ello igual el conflicto.