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Quintana Roo

Difunden la ciencia para preservar la naturaleza

Por Salvador Canto

La Unidad Académica de Sistemas Arrecifales (UASA) del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) con sede en Puerto Morelos, fue creada para realizar investigación científica, difundir la ciencia y enseñar, para que tanto especialistas como público en general, reconozcan, preserven y además, aprovechen los recursos naturales, así como la riqueza y diversidad de los ecosistemas, como es el caso del Parque Nacional Arrecife de Puerto Morelos, que forma parte del Sistema Arrecifal Mesoamericano (SAM) conocido a nivel local como el “Gran Arrecife Maya”.

Actualmente, el jefe de dicha Unidad es el Dr. Marco Antonio Villanueva Méndez.

El objeto principal de las investigaciones que ahí se realizan es entender el funcionamiento del arrecife de coral y, a través de un monitoreo constante, obtener la información necesaria para diseñar estrategias de protección y conservación de este complejo sistema biológico que en la actualidad es afectado por factores naturales y antropogénicos, algunos de ellos de gran magnitud, como el cambio climático.

Una de las misiones de la UASA es estudiar aspectos del sistema arrecifal, incluyendo (pero no limitado a) la vida de los organismos que lo habitan, las relaciones entre ellos, la estructura que producen colectivamente y los ambientes costeros y oceánicos que sobre ellos influyen.

En tanto que la visión es la de ser líderes en el campo de los arrecifes coralinos, estudiarlos como un modelo de los sistemas biológicos que sostienen la biodiversidad, ayudando así a la generación del conocimiento de frontera que nos permita entender su funcionamiento y de ahí generar estrategias de protección y conservación.

También, generan un importante impacto en la comunidad, a la que apoyan ofreciendo una serie de servicios para contribuir al conocimiento y motivación de futuros científicos, través de visitas guiadas para escuelas de nivel básico, medio y superior.

Lo que han dicho

los investigadores

A lo largo de las últimas semanas, POR ESTO! de Quintana Roo ha tenido la oportunidad de dar a conocer importantes opiniones de los científicos del ICMyL de la UNAM sobre diversos temas, abordando los problemas de la contaminación, las enfermedades que presentan actualmente los corales, el asunto del sargazo y los riesgos que esto conlleva, así como enfermedades de las langostas, problemas con los pastos marinos, la función que realiza el Servicio Académico de Monitoreo Meteorológico y Oceanográfico (SAMMO) e incluso saber cómo trabajan con el potencial farmacológico descubierto en especies marinas como anémonas y medusas.

El primer investigador que platicó con POR ESTO! de Quintana Roo fue el Dr. Juan Pablo Carricart Ganivet, jefe del laboratorio de Esclerocronología de Corales Arrecifales, quien explicó que la contaminación es el principal problema local e incluso hasta regional, que aunado a los efectos del cambio climático, que ya hacen sinergia a nivel global de manera negativa, están provocando que los arrecifes del Caribe mexicano sigan sufriendo las consecuencias cada vez de manera más preocupante.

En la segunda entrega, se pudo entrevistar al Dr. Marco Antonio Villanueva Méndez, jefe de la UASA, junto con los Maestros en Oceanografía Física e Ingeniería en Electrónica Edgar Escalante Mancera y Miguel Ángel Gómez Reali, respectivamente, quienes hablaron del Servicio Académico de Monitoreo Meteorológico y Oceanográfico (SAMMO), que tiene por objetivo medir, registrar, documentar, analizar y resguardar la información meteorológica y oceanográfica de la región de Puerto Morelos, que lo convierte en el único laboratorio en la Península de Yucatán que tiene características tan peculiares que permite obtener estos datos sobre la costa, tanto de la atmósfera como del mar.

Pero además, este servicio cuenta con una constancia de certificación ISO 9001-2015 y el Reconocimiento de Calidad UNAM de parte de la Coordinación de la Investigación Científica.

También, la Dra. Susana Enríquez, jefa del Laboratorio de fotobiología y flujos de carbono en el arrecife de coral, expuso que ante la inminente llegada masiva de sargazo hacia las playas de Quintana Roo, lo mejor es tomar decisiones que ataquen la raíz del problema y para ello, sugirió una solución a gran escala que es ir sacar las algas del mar en una acción que involucre de manera directa a todos los países implicados.

A esta opinión, también se le sumaron posteriormente la de la Dra. Brigitta I. Van Tussenbroek Ribbink, titular del Laboratorio de biología y ecología de pastos marinos y macro-algas, quien mencionó que el sargazo se ha convertido en un peligro muy inminente que puede causar un colapso al ecosistema marítimo mucho antes de lo que nosotros esperamos, pues con la marea marrón que se forma en las costas, se está induciendo un cambio en el ecosistema a una tasa muchísimo mayor a la contaminación que nosotros provocamos, por ejemplo con las descargas de aguas negras o grises por no haber suficientes plantas de tratamientos adecuadas.

La Dra. Vivianne Solís-Weiss, titular del Laboratorio de ecología y biodiversidad de invertebrados marinos de la UASA, también habló del problema del sargazo, sugiriendo que la mejor manera de atender el problema es sacarlo en alta mar antes de que llegue a nuestras costas, pues con eso se estarían evitando muchos otros problemas, que van desde la afectación turística hasta el daño ambiental, e incluso al ser humano, porque existen estudios que arrojan que el contacto prolongado con dichas algas marinas en estado de descomposición, como se quedan en las playas, podría causar muy serios problemas de salud, como trastornos graves cardiorrespiratorios y de la piel.

Enfermedad de los corales

Por separado, los doctores Erick Jordán Dahlgren, titular del Laboratorio de ecología coralina y Lorenzo Álvarez Filip, titular del Laboratorio de biodiversidad arrecifal y conservación, han planteado la problemática que existe con la aparición de enfermedades por un patógeno en los corales que es conocida como plaga del síndrome blanco (donde el esqueleto está expuesto o el coral ha muerto en ese lugar) como el que ya se registra en algunos puntos del sistema arrecifal de Puerto Morelos.

Ambos han coincidido que se trata de un problema que les preocupa y les ocupa como investigadores, pues se encuentran trabajando arduamente para conocer qué es lo que podría estar provocando esa enfermedad que está acabando con la vida de los corales muy rápido.

“Nosotros lo que estamos haciendo aquí en el laboratorio de ecología coralina es algo que se llama análisis de sobrevivencia espacial, y lo que queremos saber es cómo es la relación espacial de la enfermedad, si se contagia entre las colonias o es un proceso azaroso, dado que no sabemos si es un agente contagioso. Por otro lado, queremos saber cuántas colonias y en qué condiciones sobreviven”, afirmó el Dr. Eric Jordán Dahlgren.

En tanto, el Dr. Lorenzo Álvarez Filip mencionó que el problema es que esta enfermedad se sigue propagando a pesar de todos los esfuerzos que se hacen al respecto, por lo que sugirió que hoy más que nunca se requiere que los corales cuenten con una Norma Oficial Mexicana (NOM) que considere a los Arrecifes de Coral un ecosistema valioso y que los proteja.

En tanto, la Dra. Anastazia Teresa Banaszak, desde el Laboratorio de investigación integral para la conservación de arrecifes, hace su mayor esfuerzo por conservar a los corales que en las últimas décadas han recibido un “triple golpe” ocasionado por blanqueamiento, arribazón masiva de sargazo y las enfermedades como el “síndrome blanco”.

Para ello, junto con su equipo de trabajo ha diseñado tres prácticas y novedosas guías didácticas con tecnología para apoyar los esfuerzos de restauración y preservación de este importante ecosistema marino.

Por otro lado, la Dra. Judith Sánchez Rodríguez, responsable del Laboratorio de toxinología de cnidarios de la UASA, ha encontrado junto a sus compañeros de trabajo, un potencial farmacológico en especies marinas como anémonas y medusas, que ataca, mitiga y detiene el crecimiento de células tumorales sin dañar células sanas.

Se trata de un importante avance con los estudios dentro del laboratorio de toxinología, lo que podría significar un logro importante para la ciencia mexicana.

Enfermedad de las langostas

Finalmente, la Dra. Patricia D. Briones Fourzán, titular del Laboratorio de ecología de crustáceos, explicó que las poblaciones y comunidades de crustáceos (langostas, cangrejos y camarones), en particular en ecosistemas críticos como los arrecifes coralinos y otros sistemas costeros, están siendo afectadas de manera negativa por factores tales como el cambio climático, la propagación de enfermedades, la sobrepesca y la degradación de los hábitats.

Además de la existencia de un virus conocido como Panulirus argus virus 1 (PaV1), que ataca principalmente a las langostas juveniles de la especie Panulirus argus, que son las que más abundan en el Caribe, enfermedad que aunque no afecta al humano, resulta letal para los crustáceos.

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