
En respuesta a los efectos del cambio climático que amenazan la agricultura local, especialistas del Centro de Investigaciones Científicas de Yucatán (CICY) desarrollan una tecnología capaz de ayudar a que las plantas soporten temperaturas superiores a 50°C y descensos abruptos hasta 5°C, sin perder productividad.
Esta innovación tiene el potencial de beneficiar a miles de productores que dependen de cultivos de frutas, verduras y leguminosas, esenciales para la economía y la alimentación del estado.
El Dr. Luis Carlos Rodríguez Zapata, especialista en biotecnología y biología molecular, explicó a POR ESTO! que desde su laboratorio se trabaja en proteínas naturales que, aplicadas a los cultivos, permiten que las plantas sobrevivan en escenarios climáticos extremos.
“Nuestro objetivo es lograr que los cultivos no sólo resistan las altas temperaturas y la sequía, sino también los descensos bruscos de temperatura que afectan su desarrollo y producción”, destacó el investigador.
Extracción de proteínas
Esta tecnología, en proceso de desarrollo, se basa en la extracción de proteínas de otras especies vegetales con características de resistencia, que al aplicarse a los cultivos permiten que sobrevivan en condiciones de calor intenso o frío repentino.
A diferencia de los fertilizantes químicos tradicionales, estas proteínas naturales no generan contaminación del suelo, agua ni aire, ofreciendo una alternativa amigable con el medio ambiente.
Además, el Dr. Rodríguez Zapata señaló que esta innovación podría ser útil dentro de un modelo de agricultura regenerativa, ya que las proteínas no sólo protegen los cultivos, sino que ayudan a mejorar la salud del suelo y a disminuir la dependencia de insumos químicos contaminantes.

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Resultados positivos
En las pruebas se han utilizado plantas de tabaco y tomate, con resultados positivos en cuanto a supervivencia y rendimiento.
“Esta tecnología también busca ser accesible económicamente, de modo que los pequeños productores, quienes enfrentan mayores riesgos frente a los fenómenos climáticos, puedan incorporarla en sus cultivos sin afectar sus finanzas”, añadió el científico.
Asimismo, enfatizó la importancia de consumir alimentos lo más orgánicos posibles y mantener prácticas agrícolas sostenibles que protejan la salud de la población y del medio ambiente.
Con esta innovación, Yucatán podría contar con una herramienta clave para garantizar la seguridad alimentaria, proteger la economía de las familias productoras y reducir el impacto ambiental de la agricultura, asegurando que los cultivos locales sean más resistentes frente a los efectos del cambio climático y las temperaturas extremas.