De la Redacción
PLAYA DEL CARMEN, SOLIDARIDAD, 31 de mayo.- Además del sargazo y la inseguridad que agudizan la temporada baja durante todo mayo, lo cual se mantendrá las siguientes semanas de junio, las ligeras lluvias y nublados de este viernes terminaron por ahorcar a los prestadores de servicios turísticos de la zona de playas, incluyendo los clubes y restaurantes.
En ese mismo sentido, el Consejo de Promoción Turística de Quintana Roo dio a conocer que en último día del mes de mayo la ocupación hotelera general en la Riviera Maya es del 75.2 por ciento en sus 47 mil 287 habitaciones registradas, mientras que en los pequeños hoteles al 51 por ciento y específicamente los de Playa del Carmen al 69.2 por ciento.
Sin embargo, mayo cerró con una ocupación general del 80.7 por ciento que comparado con el mismo mes pero de 2018, con un registro de 47 mil 97 habitaciones en ese momento, hay una evidente caída de 3.15 puntos porcentuales. Aunque el citado Consejo no especifica las causas, los propios hoteleros han establecido que entre otros factores están el tema del sargazo, inseguridad y la proliferación de rentas vacacionales.
En el último día de mayo, tras recorrido realizado en la zona de playas, los prestadores de servicios turísticos, entre ellos los clubes y restaurantes, explican que no se pueden levantar de la temporada baja, las ventas no superan el 30 por ciento y confían, si el tiempo lo permite, que en este fin de semana alcanzar diez puntos porcentuales adicionales cuando menos por el turismo local.
Ricardo Pech, mesero de la zona de playas, dijo que aunado al problema del sargazo que ahuyenta al turismo este viernes iniciaron la mañana con nula afluencia de visitantes por el tiempo nublado y copiosas lloviznas, que sin duda agrava el panorama, pero esperan mejorar en sábado y domingo pese a que la costa y el mar no luce su mejor rostro.
El entrevistado indicó que el mal olor, la orilla del mar y la playa llena de sargazo ahuyenta a los pocos turistas que llegan al destino, que de haber visitantes prefieren quedarse en las piscinas de sus hoteles o buscar alternativas como los cenotes.