Por Yolanda Gutiérrez
ISLA MUJERES, 2 de julio.- Ha pasado más de un mes y aún no se reponen las letras del parador fotográfico de la ínsula, al que diariamente acuden turistas para tomarse las gráficas del recuerdo junto al nombre del destino y no tienen más remedio que retirarse, francamente decepcionados.
Prestadores de servicios y trabajadores de la zona confirman que son muchos los turistas que caminan hasta la explanada de la Casa de la Cultura con intención de plasmar la gráfica del recuerdo, con el mar de fondo, que confirma su estancia en el destino, pero que finalmente tienen que conformarse con usar las letras “ISLA MUJERES” que otros particulares ubicaron en distintos puntos de la ínsula.
El Parador Fotográfico está bajo resguardo de la Secretaría General, dependencia en teoría encargada de su mantenimiento; su titular, la maestra Miriam Trejo, dijo a finales del mes de mayo, cuando desaparecieron las letras, que se retiraron porque se encontraban en muy mal estado y la intención era hacer otras nuevas, de un material más resistente, pero a la fecha no se han repuesto por otras de mayor calidad y se ignora si habrá algún avance porque la funcionaria, de plano, no se toma la molestia de contestar los mensajes que se le envían.
Permisividad
Empieza a convertirse en un alegre tianguis el acceso a Playa Norte, donde ambulantes de todo tipo de productos se hacinan y ofrecen una imagen poco acorde al Pueblo Mágico que es Isla Mujeres.
Los ambulantes locales están “que trinan” porque mientras a ellos se les desalojó de las playas desde la administración de Agapito Magaña Sánchez y a la fecha no se les permite regresar, se ofrecen todas las facilidades a otros informales que para colmo ni radican en la isla o, en algunos casos, se mudaron a la ínsula expresamente para vender sus productos.
Desde carretillas con el fruto denominado rambután, que ofrecen ambulantes que cruzan diariamente al destino sin que nadie les ponga un alto hasta toda una gama de artesanías chiapanecas presuntamente elaboradas a mano, pasando por antojitos mexicanos, la avenida Rueda Medina se convierte a la altura del primer acceso a Playa Centro en un mercadito al aire libre, al que suman la proliferación de camas de masaje y particulares que hacen su agosto todo el año con la renta de camastros y sombrillas, pese a la Blue Flag, que no permite este tipo de negocios en playas públicas, sin contar con los ambulantes que recorren los arenales del balneario certificado
Más cursos de verano
Como parte de las actividades contempladas para los menores de edad durante estas semanas de asueto, se llevarán a cabo los cursos “Audio Cuento” y “Curso de Verano Cultural e Inclusivo”, este último enfocado a fomentar una mayor empatía y aceptación hacia otras personas con algún tipo de discapacidad o condición.
A través de un comunicado, se da a conocer que el gobierno municipal, a través del Centro de Rehabilitación Integral Municipal (CRIM) y la dirección de Arte y Cultura, lleva a cabo actividades que estimulan a los niños a ser mejores ciudadanos y para ello se realizará un curso que impulsa por medio de actividades de esparcimiento el valor de la amistad, la tolerancia, el respeto y la empatía.
Hilda Cristina Gómez Avila, directora de Arte y Cultura, destacó que el curso “Audio Cuentos” se llevará a cabo del 10 de julio al 03 de agosto y está contemplado para niños y niñas de 4 a 10 años de edad, en un horario de 10:00 a 12:00 horas, con un costo de recuperación de 100 pesos que será utilizado para material, sorpresas y lunch para los participantes.
El “Curso de Verano Cultural e Inclusivo” iniciará el 16 de julio y concluirá el 03 de agosto, para niños y niñas de 8 a 13 años en un horario de 10:00 a 13:00 horas, sin costo alguno para los participantes.
“Para ambos cursos las inscripciones ya están abiertas y los interesados deberán presentarse en la Casa de la Cultura para recibir toda la información pertinente”, destacó Gómez Avila, quien agregó que la intención es fomentar las actividades culturales y la inclusión a temprana edad a través de actividades recreativas para que de manera entretenida, por medio de juegos, rallys, cuentos, lenguaje de señas, los niños aprendan el valor de relacionarse con personas diferentes y “abrazar” la diversidad, siempre con respeto y tolerancia.