Por Luis Enrique Cauich
KANTUNILKÍN, LÁZARO CÁRDENAS, 1 de agosto.- Un torrencial aguacero se registró la tarde de este jueves, el que dejó inundaciones en calles céntricas de la cabecera municipal, así como afectaciones en servicios de telefonía e Internet, que trastocaron considerablemente las actividades vespertinas de la cabecera municipal.
Las lluvias fueron ocasionadas por la entrada de aire marítimo tropical con variable contenido de humedad procedente del mar Caribe hacia la región peninsular provocando temperaturas muy calurosas, nubosidad y lluvias dispersas con chubascos acompañados de actividad eléctrica aislada sobre la mayor parte de la Península de Yucatán y del Estado de Quintana Roo.
Las precipitaciones pluviales se registraron en Kantunilkín, poco después del medio día y cayeron con intensidad, al grado que en pocos minutos causaron inundaciones en las calles céntricas en donde los pozos de absorción permitieron un desazolve lento debido a la basura acumulada en su interior.
Calles como la 5 de Febrero, parte de la Javier Rojo Gómez, la Reforma Diagonal y la Rafael Melgar, entre otras quedaron bajo el agua por varias horas en tanto se desazolvaban por la lenta filtración de los pozos profundos.
Las precipitaciones se mantuvieron después de las 3 de la tarde con menor intensidad y los nublados hasta ya entrada la tarde, pero las lluvias se habían calmado y se registraban pequeñas lloviznas.
En las colonias populares los aguaceros formaron encharcamientos, pero debido al intenso calor, el suelo realizó una rápida filtración de agua y en algunos casos por el paso de pesadas camionetas se formaron lodazales que afectaron a los habitantes.
El mal tiempo ocasionó afectaciones en los servicios de Internet y telefonía, al grado que algunos cafés cerraron sus puertas por el deficiente servicio, aunado a la poca clientela que se tiene debido a las vacaciones.
Entre los beneficios que ha dejado la lluvia está el clima fresco que apacigua momentáneamente el intenso calor de la canícula, además de beneplácito en los sectores ganaderos y agrícolas, que ya aguardaban las precipitaciones para poder sembrar maíz o zacate.