Dos ataques armados registrados en distintos puntos de la ciudad generaron la madrugada del jueves una intensa movilización de elementos policiacos y de cuerpos de seguridad en Cancún. En ambos casos, los responsables lograron escapar a bordo de motocicletas sin que se reportaran personas lesionadas.
El primer hecho se registró en las inmediaciones de la supermanzana 200, en el fraccionamiento Hacienda Real del Caribe. De acuerdo con testigos, sujetos armados llegaron al sitio y abrieron fuego de manera directa contra la fachada de un domicilio, efectuando varias detonaciones antes de escapar con rumbo desconocido.
Los disparos alarmaron a vecinos, quienes de inmediato solicitaron el apoyo de las autoridades a través del número de emergencias 911. Minutos después, un segundo ataque tuvo lugar en la supermanzana 247, fraccionamiento Villas Otoch Segunda Etapa.
En la calle Gran Bahía, presuntos sicarios que circulaban a bordo de una motocicleta realizaron múltiples disparos contra otra vivienda. En la escena fueron localizados alrededor de 15 casquillos percutidos que quedaron esparcidos sobre la carpeta asfáltica, lo que evidenció la magnitud de la agresión.
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En ambos casos, los responsables huyeron en motocicletas y hasta el momento no se tiene reporte de su paradero. A pesar de la violencia de los ataques, no se registraron heridos; únicamente se reportaron daños en las fachadas de las viviendas alcanzadas por los proyectiles.
Elementos de la Policía Municipal arribaron de inmediato a las zonas afectadas, donde procedieron a acordonar el área con cinta amarilla para preservar la escena y resguardar los indicios balísticos. Posteriormente, personal de la Fiscalía General del Estado inició el levantamiento de evidencias y abrió la carpeta de investigación correspondiente para esclarecer los hechos.
La ola de violencia registrada en Cancún durante los últimos días ha generado preocupación entre vecinos y habitantes, quienes señalan que este tipo de agresiones a plena luz del día o durante la noche se han vuelto cada vez más frecuentes, lo que mantiene un clima de incertidumbre y temor en las colonias más pobladas de la ciudad.
