Por Yolanda Gutiérrez
ISLA MUJERES, 20 de agosto.- En la última semana de vacaciones, cuando ya estudiantes del nivel medio superior y universitarios arrancaron las clases, casi en vísperas de la entrada del temido “septihambre”, se percibe un descenso en el arribo de visitantes al destino y cada vez son menos los turistas que llegan con maletas y mochilas.
Según información oficial, la ocupación hotelera general se ubicaba en 69 puntos porcentuales, de los cuales el 56% correspondía a la ínsula y el 77 por ciento restante a la zona continental, desde Punta Sam a Isla Blanca, donde se ubican la mayor parte de los centros de hospedaje “all inclusive”, preferidos por una buena parte de los visitantes, tanto extranjeros como nacionales.
Para el 9 de agosto, según la información oficial, la ocupación general era prácticamente la misma, con 70 puntos porcentuales; desglosando, en Isla Mujeres la ocupación se ubicó en 59 por ciento y en la zona continental las estadísticas arrojaron 78%.
No obstante estos números, propietarios, encargados y recepcionistas de pequeños centros de hospedaje coincidieron en señalar que la demanda de cuartos disminuyó de manera considerable y calificaron esta temporada alta como muy tibia en comparación con años anteriores, lo que achacan a problemas como el sargazo y la inseguridad que, pese a ser mínimos en Isla Mujeres si se coteja con otros destinos de Quintana Roo, han propiciado que muchos vacacionistas hayan redireccionado sus días de asueto a otros lugares sin estos inconvenientes.
Según el empresario hotelero Gerardo Magaña Barragán, su centro de hospedaje se encuentra a un cinco por ciento de ocupación y fue claro al manifestar que la mayor parte de los pequeños hoteles familiares del centro se encuentran vacíos o con uno o dos cuartos.
A pregunta expresa, don Gerardo Magaña señaló que las estadísticas oficiales arrojan en la ínsula un 56% de ocupación, tal vez a causa de hoteles grandes como el MIA, Palace, los Ixchel, Izla y Aluxes, además de otros, propiedad de empresarios locales, entre los que destacan Bahía Chac-Chi, Posada del Mar y los centros de hospedaje de la familia Lima.
Coincidieron gerentes y encargados de otros pequeños hoteles con Magaña Barragán, al asegurar que la temporada ya finalizó y son muy pocos los turistas que ocupan cuartos, casi todos de origen extranjero, mientras que la presencia de visitantes nacionales de pernocta bajó de manera dramática.