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Quintana Roo

Declive de la Unacar data del peñanietismo

La complicada situación económica de la Universidad Autónoma del Carmen (Unacar), que es adjudicada por el rector José Antonio Ruz Hernández a la “austeridad republicana” y los supuestos recortes que ha padecido, forman parte del discurso simulador de esta autoridad universitaria, quien omite señalar a la ex administración federal priista de Enrique Peña Nieto, que fue donde inició su declive.

Los presuntos recortes presupuestales por los que tanto se quejó el rector José Antonio Ruz Hernández durante 2019 resultan una nimiedad en comparación con lo ocurrido durante el último tramo del peñaniesitmo, específicamente a partir del 2017, año en el que la Universidad Autónoma del Carmen perdió más del 32 por ciento de su presupuesto.

Los datos duros no mienten, el 2016 fue el último año de bonanza para la Unacar, pues ese año ejerció un presupuesto de 1 mil 22 millones 542 mil 592.82 pesos, pero fue la administración federal del Partido Revolucionario Institucional (PRI), bajo el control del ex Presidente Enrique Peña Nieto, la que decidió cortar a la institución carmelita un total de ?328 millones 376 mil 52.45? pesos, con lo que el presupuesto para el 2017 fue de 694 millones 166 mil 540.37 pesos.?

Pero el deterioro financiero aún bajo los colores del priismo no se detuvo, para 2018 de nueva cuenta la administración federal de Peña Nieto tomó la decisión de recortar otro 11 por ciento al presupuesto de la Máxima Casa de Estudios carmelita, que pasó de percibir un total de ingresos y otros beneficios por más de 694 millones en 2017, a 615 millones 202 mil 432.43 pesos para el 2018. La pérdida fue de ?78.9mdp.?

Los argumentos del rector José Antonio Ruz Hernández no soportan un profundo análisis a los estados financieros de los últimos cuatro años en la Unacar, pues contrario a sus afirmaciones públicas que realizó una y otra vez, resulta mentira que el actual Gobierno Federal del Presidente Andrés Manuel López Obrador haya reducido los ingresos de la Unacar, al contrario, aunque marginal, por primera vez en tres años en declive, fue durante 2019 que se inició una recuperación en los ingresos.

El primer año de gobierno de López Obrador los ingresos de la Universidad Autónoma del Carmen incrementaron un 3 por ciento, lo que podría considerarse un año de estabilización, pues aunque la ganancia fue mínima, no hubo disminución en los ingresos totales, como sí ocurrió en los últimos años de Enrique Peña Nieto.

Ruz, antes PRI que delfín

El tufo político resulta inevitable, ya quitado de las máscaras, José Antonio Ruz Hernández no ha ocultado su filiación partidista, poniéndose la casaca roja del Revolucionario Institucional, pese a que tenga una responsabilidad con la Universidad Autónoma del Carmen, con estos hechos el rector constantemente vulnera el espíritu universitario que debe privar en una institución pública, en la que se supone se debe fomentar el pensamiento crítico, científico y humanista, y no la sumisión obsesa a tal o cual preferencia partidista.

Es preciso señalar que pese a los descalabros financieros que sufrió la Unacar durante la administración de Enrique Peña Nieto, jamás se oyó al rector carmelita alzar la voz en la defensa de la universidad, ni quejarse de supuestos embates contra la educación pública, todo lo contrario, los recortes del PRI contaron con el beneplácito y la sumisión de Ruz Hernández, aunque esto significó el inicio del declive de la institución de educación superior.

Más allá de una sincera preocupación por el estado que guarda la administración de la Unacar, el discurso del rector Ruz Hernández oculta intereses partidistas antes que los de la comunidad universitaria, pues sus constantes quejas contra el actual Gobierno Federal dejan ver que se ha sumado a la andanada de ataques contra el Presidente Andrés Manuel López Obrador, que buscan socavar su popularidad a base de denuncias por las supuestas afectaciones que causa la austeridad, pero omite que fue su propio partido el que dejó postrada financieramente a la Unacar, además de no hacer nada para cerrar el flujo del derroche bajo su rectorado.

(Texto: Carlos Valdemar /

Fotos: POR ESTO! / Especial)

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