
Quintana Roo afronta problemas graves ambientales, como la contaminación del agua, entre otras cosas, por la falta de drenaje sanitario o porque no toda la gente conecta sus descargas residuales-, pérdida de más de 10 mil hectáreas de selva cada año por incendios, urbanización y agricultura y, en el mar, enfermedades que afectan a los corales y ponen en riesgo la viabilidad del ecosistema marino, afirmó Gonzalo Merediz Alonso, director ejecutivo de Amigos de Sian Ka’an.
“Hay que presionar para que tengamos una mayor calidad de agua en México, en general y en Quintana Roo en especial, dejar de contaminar con una reducción de aguas residuales en nuestras casas. Hay muchas cosas sencillas que se pueden hacer y que valen la pena”, argumentó.
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En Quintana Roo, el 22.5%, del millón 994 mil habitantes, carece de drenaje y saneamiento, es decir, 448 mil 650. El municipio con menor cobertura es Felipe Carrillo Puerto, donde sólo el uno por ciento de su población cuenta con este servicio, de acuerdo con el informe de la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado (CAPA).
Para el también presidente del Consejo de Cuenca de la Península de Yucatán, el acelerado crecimiento urbano en la entidad ha superado la capacidad de infraestructura hídrica.
Advirtió que, si bien ha habido esfuerzos importantes para dotar de drenaje y plantas de tratamiento a las ciudades del estado, el ritmo de expansión ha provocado un rezago crítico.
Indicadores de la CAPA, que basa sus números de acuerdo con el censo poblacional del Inegi del 2020, precisa que en la entidad operan 31 plantas de tratamiento, con una capacidad instalada de procesamiento de 3 mil litros por segundo, suficiente de acuerdo al caudal actual, que es de 2 mil litros por segundo.
Aunque omite que 448 mil 650 habitantes carecen de drenaje sanitario, ya sea porque en su localidad aún no se ha instalado la red de drenaje u omiten la conexión al mismo.
El organismo indica que, para incrementar, al menos en uno por ciento la cobertura de drenaje sanitario, requieren mil 400 millones de pesos, sin precisar planes de inversión o fecha de posible cobertura.
Un empresario y consultor opinó que la falta de red de drenaje y la operación de fosas sépticas terminan llevando desechos al manto freático y este a su vez desemboca a los cuerpos de agua, como la laguna Nichupté.
“Los fluidos con desechos, concretamente heces fecales viajan por nuestra costa de sur a norte, es por ello que mientras Nizuc luce más limpia y transparente, no ocurre lo mismo en la zona norte y ni qué decir de Puerto Juárez, Punta Sam y Costa Mujeres, por ejemplo”, afirmó.
Enfatizó que “no se trata de culpar a la hotelería, ya que existen plantas de tratamiento, ni al desarrollo, ni al éxito de nuestros destinos, se trata de una ausencia total de inversión en esta infraestructura por parte de todas las administraciones anteriores, que conociendo el problema hicieron caso omiso”, agregó.