
Docentes y personal administrativo del turno vespertino, de la Secundaria Técnica 20 “Rafael Ramírez Castañeda”, acusaron al subdirector Miguel Cocom Cob de presunta prepotencia, agresividad y malos tratos.
La situación ha generado un clima laboral tóxico y, según los afectados, repercute en la calidad del servicio educativo.

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Dijeron que en el plantel, ubicado en la Supermanzana 221, donde laboran 43 profesores y 12 trabajadores, el malestar es generalizado.
Las maestras aseguraron que, desde su llegada, el ciclo escolar pasado, el subdirector mantiene una actitud ofensiva y denigrante, al corregir y humillar a docentes frente a estudiantes y padres de familia, bajo el argumento de que “no saben trabajar”.
Los testimonios señalaron que Cocom Cob llegó, incluso, a prohibir actividades artísticas con larga trayectoria en la escuela, como el ballet folclórico que funcionó durante más de 15 años, bajo el pretexto de que la música interrumpía las clases.
El personal de intendencia también ha sido objeto de maltratos. “Nos da órdenes en forma grosera, como si fuéramos sus sirvientes”, relató un trabajador.
Indicaron que si las autoridades no separan a Miguel Cocom del cargo, los trabajadores cerrarán la escuela mañana, como protesta.
No es la primera vez que el subdirector enfrenta acusaciones de este tipo. En el ciclo escolar 2024-2025 fue retirado de la Secundaria Técnica 22 “Sor Juana Inés de la Cruz”, ubicada en la Supermanzana 233, por quejas similares de docentes y administrativos.
Sin embargo, de acuerdo con fuentes de esa institución, no recibió sanción alguna, solo fue reubicado a la técnica 20.

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Cocom Cob negó los señalamientos. “Lo que existe es resistencia al cambio. Implementé medidas para mejorar la disciplina y eso incomoda a quienes estaban acostumbrados a la relajación”.
Afirmó que no agredió ni ofendió a nadie. “Lo que hay son grupos de interés que no aceptan la autoridad”.
Los quejosos rechazaron su versión y aseguraron que no se trata de disciplina, sino de un comportamiento sistemático de abuso de poder y misoginia.
Luis Ortega, especialista en pedagogía señaló: “El caso expone una práctica común en el sistema educativo: funcionarios señalados por abusos son removidos de una escuela sin consecuencias reales”.
Integrantes de la comunidad escolar esperan la decisión de la Secretaría de Educación de Quintana Roo. “Si no hay respuesta, el paro y cierre serán inevitables, y los casi 900 alumnos del turno vespertino quedarán sin clases hasta que se atienda el conflicto”, advirtieron.