Quintana Roo / Chetumal

Juan Sarabia vive una situación entre la incertidumbre y el miedo

Juan Sarabia se ha convertido en un pueblo fantasma donde las escuelas permanecen vacías y ya no se escucha ni el ruido de las motos durante las noches.

Juan Sarabia vive una situación entre la incertidumbre y el miedo
Juan Sarabia vive una situación entre la incertidumbre y el miedo / Por Esto

Los habitantes de la comunidad de Juan Sarabia viven presos del miedo, la inseguridad y la desconfianza; permanecen la mayor parte del tiempo encerrados en sus casas debido al temor de ser los siguientes levantados, dijeron, a una semana de que los malhechores privaran de su libertad a una veintena de pobladores.  

De modo que las familias se encierran por las noches, los niños y adolescentes llevan más de una semana sin acudir a clases, los negocios casi no venden, al menos 10 familias abandonaron definitivamente el lugar, mismo que se ha llenado de patrullas y elementos de las fuerzas de seguridad.  

Entrar a la comunidad y encontrarse con el retén del Ejército Mexicano sobre la calle principal es la primera señal de que algo ha pasado en el lugar; adentrarse un poco más en sus calles semi desiertas es la confirmación de que la situación actual no es la mejor por la que están pasando los pobladores. 

Juan Sarabia se ha convertido en un pueblo fantasma donde las escuelas permanecen vacías y ya no se escucha ni el ruido de las motos durante las noches. Los pobladores han optado por resguardarse en sus hogares, pasando los días con lo poco que tienen en casa, porque incluso salir a la tienda se ha convertido en una travesía que podría no tener retorno.  

Noticia Destacada

Incendio reduce a cenizas dos vehículos en Chetumal

Los habitantes no logran entender qué está pasando en su comunidad, cuál es el motivo por el que de pronto aparecen sujetos encapuchados y se llevan a los hombres del pueblo de manera indiscriminada: jóvenes, adultos e incluso personas de la tercera edad; “barrieron parejo”, dijo una de las habitantes.  

Ante ello, todos se sienten expuestos y temen ser los siguientes. No saben cómo protegerse, porque desconocen el móvil de las privaciones de la libertad. Han recurrido al encierro, pero eso no es garantía, pues los desaparecidos fueron sacados de sus casas.  

No saben quiénes son, pero los reconocen; “no es gente de aquí”, asegura otro de los pobladores.  

De la noche a la mañana, lo que parecía un lugar seguro se transformó en un pueblo sin ley, donde cualquiera puede entrar a las casas y llevarse a quienes las habitan, sin importar la hora, porque no hay quién lo impida.  

“Pasamos de que no se robaran ni una sola cosa aquí en el pueblo, a que se estén llevando a nuestra gente”, lamentó una habitante más.  

Noticia Destacada

Accidente en la carretera Chetumal-Mérida deja personas lesionadas y daños materiales superiores a 100 mil pesos

Lo peor es que los afectados no pueden acercarse a las autoridades para pedir ayuda porque son amenazadas por los comandos que se llevan a las personas; familiares y testigos son advertidos para que no hablen sobre el tema y la gente decide callar antes que poner en riesgo su vida.  

O son las mismas autoridades quienes les sugieren que mejor no denuncien, que no se metan en problemas y se resignen a vivir sin la persona desaparecida porque ya no volverá. 

Mientras tanto, el jardín de niños, la primaria y la telesecundaria se mantienen cerradas; los niños y adolescentes no quieren acudir a clases porque en sus mentes aún permanece la imagen del hombre que fue sacado de su casa por sujetos encapuchados cuando ellos se encontraban en clases. Los padres de familia tienen miedo de que sus hijos salgan; claman por retenes en las escuelas, pero estos no han sido instalados.  

Los comercios locales experimentan una disminución de más del 50% de sus ventas diarias porque la gente ya no quiere salir a comprar, y los vendedores no se quieren arriesgar a tener sus negocios abiertos hasta tarde.  

Noticia Destacada

Más de 500 extranjeros en Quintana Roo fueron detectados en situación irregular migratoria

A las siete de la noche, la vida en Juan Sarabia se apaga.  

El conocido andar de las motocicletas hace días que no se escucha durante las noches y los niños ya no salen a jugar; sólo quienes trabajan fuera de la comunidad rompen el silencio sepulcral cuando se dirigen de vuelta a sus hogares.  

La población ha ido disminuyendo de manera gradual, al menos, 10 familias han abandonado el pueblo para migrar a otros lugares donde puedan vivir más seguras.  

Pero también hay familias que llegaron con la ilusión de vivir en un entorno de tranquilidad y ya perdieron a parte de sus miembros, como la de aquella señora que llegó dos meses atrás a la comunidad y los encapuchados entraron a su casa por sus dos hijos, apenas unos jóvenes.  

Irremediablemente, la vida en Juan Sarabia ha cambiado.  

Ahora, en las calles se observa a las patrullas ir y venir durante el día y la noche; policías, marinos y soldados de manera permanente. 42 elementos de las fuerzas de seguridad custodiando un lugar que una semana atrás apenas si contaba con una o dos patrullas dando rondines de manera intermitente y una base de la Marina abandonada desde hace más de 20 años.  

La comunidad se ha vuelto popular en todo el estado, ha salido en decenas de páginas de Facebook y está en boca de mandatarios, secretarios y directores, quienes de pronto recordaron que existe y que les importa su gente, al grado de que las caravanas de salud volvieron tras dos años sin acudir. 

Noticia Destacada

Se acumulan denuncias por casos Xibalbá en la Fiscalía de Chetumal; afectados no quieren que el caso quede impune

Pero los habitantes no terminan de confiar, nada les garantiza que están a salvo. Algunos temen que incluso las autoridades estén coludidas con los malhechores. Muchas ideas rondan por sus cabezas, las posibilidades son infinitas. 

Sólo al salir de la comunidad se les despeja la mente y se olvidan un poco de lo que está pasando, pero al volver de nuevo se sienten intranquilos y regresan la desconfianza y el temor.  

La calidez de los pobladores continúa presente, pero debajo de esta se percibe la preocupación latente de que cualquiera de los días siguientes vuelva a ocurrir un hecho similar. Platican de buena gana, pero el tema es el mismo: las desapariciones.  

Aun así, no pierden la esperanza y aguardan por la llegada de sus familiares. Quisieran salir a buscarlos ellos mismos porque dudan de que la autoridad se los regrese, pero no se atreven, ni saben a dónde dirigirse. No hay pistas. 

Y los que han regresado no hablan de lo que les pasó; su silencio es el precio de haber sobrevivido.  

Noticia Destacada

Indigna a más de 500 chetumalenses fraude de crematorio de mascotas Xibalbá, delincuentes lucraron durante más de 4 años con el dolor ajeno

No hay respuestas para todas las preguntas que los pobladores se hacen: ¿por qué se los llevan?, ¿para qué?, ¿a dónde? Mucho menos, al tratarse de personas trabajadoras, de bien, que no se metían en problemas ni le debían nada a nadie, según señalan los habitantes.  

En un principio, se especuló que el crimen organizado estaba reclutando gente, al ser hombres a quienes se llevan, pero después de que algunos desaparecidos de otras comunidades aparecieron, descartaron la idea. Sin embargo, siguen sin dar con el clavo y la duda perturba, y mucho.  

“¿Para qué quieren a un señor de 60 años?”, se pregunta confundida una de las pobladoras; quien, por más que intenta, no logra entender lo que ocurre.  

No existe un perfil definido y eso asusta.  

Noticia Destacada

Increpan locatarios al Secretario del Ayuntamiento en el Palacio Municipal y hacen que se comprometa a cumplir las normas

Tampoco existe un horario, pues algunos de los desaparecidos fueron llevados durante el día; como aquel que se encontraba en el interior de su vivienda una mañana, o al que sacaron de debajo de su volquete cuando lo arreglaba a plena luz del día.  

Pueden estar sentados afuera de una casa a la que fueron de visita y que les toque ser testigos de cómo se llevan a otro poblador, sin poder decir ni hacer nada.

SÍGUENOS EN GOOGLE DISCOVER: DA CLICK AQUÍ