Aproximadamente, 20 comerciantes situados en el centro de Chetumal se encuentran indignados por el daño moral y económico causado por un presunto estafador, mismo que, según los testigos, se hace pasar por un sacerdote y utiliza documentos falsos para pedir considerables sumas de dinero a los negocios, todo en el nombre de Dios y con supuestos fines “caritativos”.
El susodicho, cuyo nombre real se encuentra desconocido hasta el momento, cuenta al parecer con un historial de robo en los demás estados de la península.
Testigos revelaron que el año pasado fue acusado en Ciudad del Carmen, Campeche y en Mérida, Yucatán, donde replicaba el mismo modus operandi.
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Señalaron los agraviados que el individuo visitaba negocio por negocio para pedir donaciones, esto, presuntamente para contribuir al sostén de supuestas congregaciones religiosas y asociaciones benéficas.
La maniobra del estafador resultaba con éxito debido a los documentos que presentaba y a su carácter, mismo que los testigos percibieron como amigable y carismático.
Posteriormente, algunas incongruencias revelaron la estafa, por lo que se alejó de los lugares antes mencionados.
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Este año fue avistado en Quintana Roo. Primeramente, los pobladores indicaron su presencia en los municipios de Felipe Carillo Puerto y Bacalar, y en los recientes días en Chetumal.
Tras su paso en el décimo primer municipio, los administradores de la Parroquia de San Joaquín emitieron un aviso a los ciudadanos para alertarlos sobre el hecho.
Los administradores del recinto negaron su relación con el estafador y aseguraron que en dado caso de necesitaran de donaciones, la recolecta se haría en la iglesia, así como sería anunciado por las mismas autoridades de la parroquia.
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Posteriormente, el presbítero David Alberto Martín Real, perteneciente al Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe en Chetumal, se posicionó ante la noticia y pidió a los chetumalenses mantener la vigilancia para no caer en la estafa:
“Quiero advertirles y ponerles al tanto que en estos últimos días ha llegado una persona a varios comercios de la ciudad y casas, a nombre de alguna parroquia, como si fuera sacerdote y diciendo que lo manda el párroco para recoger el dinero a nombre de la parroquia. En ningún momento los sacerdotes hacemos esto y no caigan en esos engaños, hay falsos sacerdotes que hacen esto. Si algún párroco necesitara algo, sería a través de la forma personal en una iglesia. No caigamos en engaños, solo buscan el beneficio personal”, aseveró Martín Real.
Señaló que el individuo habría aprovechado las fiestas de decembrina y las celebraciones religiosas para llevar a cabo las estafas.
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De igual modo, indicó que todo sacerdote en función debe portar de manera obligatoria una identificación oficial aprobada por la Licencia Ministerial, el cual debe estar expedido por la Diócesis en cuestión y mantener su vigencia.
Hasta el momento, se desconoce el monto total al cual asciende la estafa, puesto que incluso el hecho no se ha denunciado formalmente ante la Fiscalía General del Estado (FGE), por lo que la ciudadanía espera que durante los próximos días se lleve a cabo las denuncias correspondientes.
