Habitantes advirtieron un presunto abuso comercial en perjuicio de consumidores locales y turistas, pues exhibieron a la frutería “Pool” por ofrecer productos con precios inflados.
De acuerdo con el reporte de los ciudadanos, los precios publicados en el negocio ubicado sobre la avenida Satélite incluirían: durazno a 263 pesos por kilo; mango Ataulfo, 200; ciruela Claudia, 140; kiwi, 190 y granada roja, 120.
Noticia Destacada
Crisis del limón en Q. Roo: Sobreoferta desploma su precio y “golpea" a agricultores
Para contextualizar esos valores, un supermercado del área de Tulum ofrece mango Ataulfo en temporada a aproximadamente 27.90 pesos por pieza, es decir, un orden de magnitud menor al señalado en la frutería reportada, lo que evidencia una diferencia significativa en el costo.
Ante estos datos, habitantes de Tulum consultados expresaron su molestia. Guadalupe Gutiérrez comentó: “Es una locura pagar eso por un kilo de mango; con ese dinero compras frutas suficientes para toda la semana en un mercado normal”.
Otro consumidor opinó: “Vienen turistas, ven los precios altos y creen que es lo normal, pero nosotros vivimos aquí y nos duele que lucren así con lo más básico”.
Habitantes coincidieron en que ese tipo de negocios se aprovechan de la afluencia turística para imponer tarifas superiores, afectando especialmente a quienes vienen de fuera o no conocen los precios promedio de la región.
Añadieron que ello convierte la opción de “comer sano” en un lujo inaccesible y llaman a poner atención antes de comprar en locales con fama de “atraer turistas”.
Noticia Destacada
Incremento de precios de los productos de la canasta básica afecta a chetumalenses
Hasta el cierre de esta edición no se había registrado respuesta oficial de la frutería “Pool” ni algún organismo local sobre posibles inspecciones.
Mientras tanto, consumidores advirtieron a otros a que comparen precios antes de comprar y valoren acudir a supermercados o puestos tradicionales, donde los precios son menores.
Los entrevistados señalaron que es necesario que exista una representación de la Procuraduría Federal del Consumidor en la ciudad para evitar este tipo de abusos en los comercios y establecimientos.