
Afectaciones severas a ecosistemas protegidos, como manglares y lagunas costeras, la Procuraduría de Protección al Ambiente (PPA) clausuró la construcción del acceso al parque Kúutsmil, en Cozumel. La intervención de las autoridades ambientales se dio tras reportes ciudadanos y la difusión de imágenes en redes sociales que evidenciaban el daño ambiental en la zona sur de la isla.

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De acuerdo con la información oficial, la clausura se realizó tras comprobarse que la maquinaria pesada utilizada para abrir un camino de acceso al parque rellenó ilegalmente humedales y manglares, así como parte de una laguna costera; estos ecosistemas están catalogados como áreas de alta protección ambiental debido a su papel clave en la biodiversidad y la mitigación del cambio climático.
El reporte inicial se hizo público el pasado 24 de junio, cuando asociaciones civiles alertaron sobre trabajos que presuntamente estaban violando disposiciones ambientales. Posteriormente, el 26 de ese mismo mes, el secretario de Ecología y Medio Ambiente (SEMA), Óscar Rebora Aguilera, y el procurador ambiental del estado, Alonso Fernández, acudieron personalmente a la zona para inspeccionar los daños, respaldados por material fotográfico y videográfico proporcionado por ciudadanos y activistas.
Las autoridades confirmaron que, si bien la empresa a cargo del proyecto contaba con permisos para la rehabilitación del parque, estos incluían cláusulas específicas que prohibían estrictamente la remoción o relleno de áreas de manglar, lo cual fue claramente violado.
Hasta el cierre de esta edición, la PPA no había revelado el nombre de la empresa responsable ni emitido un comunicado oficial detallando las sanciones correspondientes; sin embargo, se espera que la clausura derive en procedimientos legales y posibles multas por delitos ambientales.
Este caso se suma a otras denuncias sobre presunta devastación ecológica en Cozumel, lo que ha generado preocupación entre grupos ambientalistas y ciudadanos, quienes exigen una mayor vigilancia y transparencia en los permisos otorgados para proyectos turísticos que puedan afectar el entorno natural de la isla.
Organizaciones civiles, como la asociación Conservación, Investigación y Manejo Ambiental de Cozumel (CIMAC), reiteraron la necesidad de reforzar la vigilancia ambiental y revisar a fondo todos los proyectos en zonas ecológicas sensibles, particularmente aquellos que se promueven bajo la etiqueta de “desarrollo turístico”, pero que podrían comprometer el equilibrio de los ecosistemas locales.
JGH