Roldán Peniche Barrera
Yucatán Insólito
Toda la vida pensamos que la voz “turulato” provenía de Cuba o era un yucatequismo nato. Sin embargo, el diccionario de la Academia nos ha rectificado claramente. Reza el DRAE:
TURULATO, TA adj. (Voz de creación expresiva) Fam. Pasmado, estupefacto, alelado.
Sin embargo, el “turulato” que hemos usado en Yucatán por años y años, difiere un tanto de lo que dice el DRAE, pues más que pasmado y estupefacto (no así alelado) quiere decir una persona atontada, que no está en sus cabales, que dice y hace tonterías, un “medio loco” o, para usar un vulgarismo, “acelerado”.
El Dr. Güémez lo define muy bien:
turulado adj. Persona medio loca; atontado, alelado.
Rodríguez Cimé expresa:
Turulado (Palomillas) Atontado.
No lo mencionan Ramos y Duarte y Santamaría.
Ejemplo:
-Hoy saludé al Abog. Patrón, Yorch.
-¿Y cómo lo vio, mataor?
-Triste por la muerte del Sr. Vallado, pero sano en su juicio.
-Eso es ganancia, patrón, el hombre está en sus cabales.
-A pesar de su ochentanía, está lúcido como un muchacho.
-Bueno, es un poeta.
-Lo único malo es que iba acompañado de una “turulata”.
-¿Y se puede saber quién es ella?
-¡Hombe! La Xlá-Marucha…!
Wachy Bates
Divulgación
La cerveza
La cerveza es una bebida alcohólica, no destilada, muy sabrosa y con un sabor amargo que no provoca rechazo. Se fabrica con granos de cebada y también otros cereales que son germinados y cuyo almidón se fermenta en agua con levadura, se utiliza el lúpulo u otras plantas para darle un toque aromático singular. La cerveza no engorda, lo que engorda son las botanas con las que acompañamos su ingesta; es nutritiva, refrescante e indispensable en fiestas y reuniones para combatir el calor pasándola bien.
La fórmula lúpulo, levadura y malta en la fermentación, junto con otros ingredientes sabroseadores, han regalado a los diletantes de la cerveza infinitas opciones. Existen dos tipos de fermentación alta (ale) y baja (lager), dividiéndose en dos familias, las lager que son claras y ales que son obscuras, el 70% de una cerveza es agua y la sedosa espuma característica que nos estimula visualmente, es producto de las levaduras que convierten en azúcares el alcohol de los cereales fermentados que producen el dióxido de carbono, es decir la espuma en sí de la bebida. La magia de la alquimia cervecera empieza con el agua pura donde se dejan en reposo los granos de cebada triturados. El líquido en donde estuvieron los granos macerándose se conoce como mosto, éste se hierve con el lúpulo y se enfría bruscamente. Entonces entra en acción la fermentación al agregársele la levadura y este es el proceso más largo, dura entre dos o tres semanas hasta llegar a la óptima maduración para proceder con el embotellamiento, donde se le agrega una solución de levadura que produce CO2, clave para la producción de la espuma al servir la cerveza en un vaso o tarro, antes de decir salud y brindar alegremente con los cuates.
Aparte de las cervezas comerciales en general que conocemos por ser muy publicitadas, existen las cervezas artesanales, mismas que están emergiendo en el mercado y que ya son dignas de tomarse en cuenta.
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