Síguenos

Última hora

Gobierno propone impuesto de 8% a videojuegos violentos: ¿qué títulos estarían incluidos?

Yucatán

Cuando los recuerdos duelen…

Lorenzo Salas González

Septiembre forma en modo sobresaliente el calendario del dolor que marca a los mexicanos con acentos de injusticia, de robos, de fraudes, de pillerías sin fin, que constituyen la clase de la desvergüenza, del cinismo desalmado que ha imperado en México durante años, a grado tal que ha atravesado dos siglos en busca de justicia y sólo ha encontrado represión y muerte, las que lo han llevado al hastío extremo que huele a suicidio…

Los hechos son insólitos, increíbles, a grado tal que los que la sociedad contrata para que enfrente los problemas y los resuelvan, sólo los agravan, mientras sueltan un rosario de palabras engañosas y presuntamente de expertos en alguna especialización, que les sirve para ocultar su verdadera piel áspera y apestosa de corrupto.

Al llegar la esperanza huyen los recuerdos dolorosos y frustrantes, pero los que han vivido de la explotación del Pueblo no se conforman y en uso de sus medios coloridos gritan sus mentiras para descalificar a quienes vienen con lss soluciones que la gente anhela, tan es así, que las gritó y las reiteró durante la campaña electoral y al ser convertidas en propuestas, ahora las llenan de cieno, de imposibilidades, como si no fueran ellos mismos los que destruyeron este país con su ambición desmedida, su carencia de ética y su exceso de desvergüenza.

No es casual que mucha gente exija juicio y paredón como expresión de justicia, pues el daño causado ha sido colosal, desmesurado, irritante, que ha conducido al exremo de desear la muerte para quienes los han burlado y lastimado. De ahí que un recurso extremo y expedito sea el linchamiento, que no es solución sino problema, además de injusticia como respuesta a la injusticia, el crimen contra el crimen.

En los tiempos de paz, cuando el polvo revolucionario se había asentado y eran momentos de reconstruir el país, los triunfadores se dedicaron a la rapiña, a fortalecer y apoyar a una naciente clase social a la que se le dio todo y someter a una clase, la trabajadora, a la que se le quitó todo y, recientemente, en este sexenio, se le quitó hasta lo poco que había logrado con su lucha secular, con su batalla en contra de su condición de sometidos, para cambiarla por la libertad tantas veces prometida y que hoy, con el triunfo electoral de MORENA, está al alcance de la mano.

Los recuerdos que tanto duelen deben de ser el combustible que anime a la nueva lucha, iniciada ya, pacífica, inteligente, prevenida por las experiencias que lastiman y hacen desconfiados.

Hay un niño en los brazos de la Historia, en el regazo de la Nueva Patria, sorbiendo del seno próvido y generoso que le da fuerza al cumplimiento de la promesa dada por el prócer, que hoy está dispuesto y decidido a cambiar los recuerdos que duelen por las realidades que redimen. Y ese es el compromiso de todos. Sujetemos con fuerza la bandera de la redención. ¡Que no nos la arrebaten! ¡No permitamos más traiciones! ¡Basta de aplastar a unos para inflar a otros! ¡Han sido demasiados años de lucha! ¡Hoy es ya!

Siguiente noticia

Grupo de Jugadores Anónimos invita a sesión pública