Poco más de 160 jóvenes con alguna discapacidad se incorporan al mercado laboral cada año, dijo ayer Límber Sosa Lara, director general del DIF estatal, luego de clausurar un curso de entrenamiento teórico-práctico de formador de ayudante de tienda en las instalaciones del CREE.
“Nosotros iniciamos esto con mucho entusiasmo y así se está cerrando; el compromiso, la responsabilidad, la dedicación es la misma con la que empezamos para lograr los resultados, y estoy contento porque esto asegura el derecho a la inclusión laboral de las personas que tienen discapacidad; el tema laboral de por sí es un poco complejo y cuando se tiene una discapacidad se hace más complejo pero aquí alianzas como la que establecimos con la empresa Oxxo nos permitió tener un centro de capacitación laboral y eso fue el punto de partida; el día de hoy son varias las empresas que han abierto sus espacios para asegurarle el derecho al trabajo a las personas que tienen alguna discapacidad; aquí lo primero que tuvimos para poder certificar las habilidades laborales en el CREE fue el poder contar con un circuito, con un softwer para valoración de estas aptitudes; por eso fuimos el primer estado en tenerlo; esto lo hicimos con el apoyo de la Secretaría del Trabajo, y a partir de eso hemos podido ir certificando, que puedan las empresas contratar con certidumbre a personas que tienen una discapacidad, pero nosotros no queremos mostrar la discapacidad sino las capacidades que tienen, que son las que les permiten un derecho laboral; entonces, yo creo que son muchas más las acciones que se tienen que seguir dando; los pasos iniciales están dados en Yucatán, en condiciones que se tienen que mantener para que el estado siga creciendo para todos”, manifestó.
—¿Cuántos jóvenes están incluidos en estas labores en Yucatán?, preguntamos.
—“Estamos teniendo de inclusión laboral acá con nosotros en el CREE a más de 160 personas por año; son cifras importantes, habría que revisar las cifras de colocación de punto de partida y hoy podemos decir que se ha hecho con firmeza, con vigor pero falta mucho más.
—¿Yucatán encabeza a nivel nacional este programa?
—“Fuimos los primeros y no podemos bajar el entusiasmo para que no sólo se trate de ser los primeros sino de ser los que seguimos dando los mejores resultados”.
— ¿Cómo fue este proceso de capacitación para los jóvenes?
—“Ellos entran en un programa de 9 semanas aproximadamente; es el que sirve como un espacio laboratorio que reproduce lo que pasa en un Oxxo; es el primero y lo hemos compartido con otros estados y con Sudamérica, algunos países de Centroamérica que han venido a conocer lo que estamos haciendo en Yucatán; nosotros hace cinco años iniciamos Expo Inclusión, hicimos cinco misiones; Chile va a hacer este año su primera Expo Inclusión, nosotros iríamos por la sexta; estamos dejando la huella para que esto no se detenga; yo estoy seguro que quien siga en la responsabilidad seguirá impulsando porque se trata que hoy a Yucatán le siga yendo bien”, concluyó Límber.
Enrique espera el llamado para empezar a trabajar
Por su parte, la señora Elda Guadalupe Solís Pérez, mamá de Enrique, dijo estar orgullosa de su hijo que recién terminó el curso de capacitación y también dijo que está agradecida por esta oportunidad.
“Estoy agradecida por la oportunidad que se le dio a él para recibir la capacitación; eso nos permite a nosotras como mamás sentirnos más tranquilas sabiendo que los están capacitando para que ellos salgan adelante por sí solos; él estuvo estudiando en el CAM Benito Juárez, estudió serigrafía y la maestra nos comentó sobre el programa y venimos a solicitar la oportunidad; él siempre quiere ayudar a la familia”, dijo.
La señora Solís Pérez consideró que la discapacidad no es impedimento para conseguir sus sueños, por ello más jóvenes también pueden lograrlo.
“Desde muy jóvenes yo creo que todos tenemos la capacidad y recibiendo el entrenamiento adecuado nos facilita. Nos comentaron que conforme van saliendo las vacantes los van llamando”, señaló.
A su vez, Enrique dijo que terminó su capacitación el mes de julio pasado y espera que de un momento a otro sea llamado para empezar a trabajar.
“La verdad aún no me han llamado a una tienda, estoy en espera, ya estoy listo; en la capacitación aprendí lo más básico que es el saludo cuando entra a la tienda el cliente, estar a sus órdenes del cliente, ayudarle en lo que necesite y ya cuando se va a retirar desearle que vuelva pronto; también aprendí los nombres de los aparatos, a acomodar la mercancía; ya estoy listo para ayudar a mi familia, invitarlos a comer, comprar mis propias cosas y aprender más”, finalizó.
(Texto y fotos: José Luis Díaz Pérez)
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