Síguenos

Yucatán

La honradez, ante todo

Eliseo Martín Burgos

Mark Twain, el célebre autor de Tom Sawyer, en su juventud, en Nueva York, un día que estaba sin dinero y con hambre, se detuvo a pensar en qué hacer, en eso se le acercó un perro, lo acarició y el animal se dio a querer quedándose dormido a sus pies. Twain, entonces empezó a ofrecérselo a los transeúntes diciendo:

-Se vende este perro en tres dólares.

Un señor se lo compró y se metió a un hotel, en eso una señora se le acercó preguntando si no había visto al perro; él le dijo que sí, que, si ella quiere, por seis dólares la ayudaría a buscarlo; la dama aceptó y Twain fue en busca del comprador del perro; deshizo su operación de compraventa regresando los tres dólares; llevó el perro a su antigua dueña y él ganó tres dólares honradamente.

Antología del Chascarrillo

Segunda Epoca

Siguiente noticia

Hay que aplicar la palabra de Dios en nuestras vidas