OXKUTZCAB, Yucatán, 21 de febrero.- En el marco de una solemne ceremonia religiosa presidida por el Arzobispo de Yucatán, Monseñor Gustavo Rodríguez Vega, la grey católica de la Huerta del Estado dio la cálida y cordial bienvenida al Pbro. Ricardo Ruiz Sacramento, nuevo sacerdote de la parroquia de San Francisco de Asís.
En el acto de entrega-recepción de la iglesia de Oxkutzcab, se contó con la presencia del Pbro. Manuel Aguilar Pech, quien luego de seis años al frente de la parroquia, tendrá la nueva encomienda de dirigir el rebaño de la población de Sanahcat.
El memorable acontecimiento inició con el toque de las campanas de la parroquia, a cargo del nuevo sacerdote Ruiz Sacramento, como un signo de convocación a la comunidad religiosa, donde continuará con su ministerio de salvación.
Ante una pletórica iglesia, el líder eclesiástico de la parroquia se adentró al templo, acompañado del prelado en la entidad yucateca, así como de los sacerdotes del Decanato IX.
En el altar, el Pbro. Sergio Gutiérrez Torres, encargado del Decanato, leyó el nombramiento otorgado al Pbro. Ricardo, que esa noche recibió las llaves de la parroquia y con ello la encomienda de la cura pastoral en el lugar.
En su homilía, Monseñor Rodríguez Vega reflexionó sobre el amor como el mandamiento más grande, aquel que tiene razón de ser, “porque el amor no solamente es un sentimiento”, puntualizó.
“Las personas que se enamoran necesitan ser responsables del amor, para hacerlo perseverar y madurar. La decisión de amar puede fundarse en nuestra fe, aquella que debe llevar amor para reconocer que todas las personas son hijos de Dios; amar es soportar y perdonar”, indicó.
Monseñor manifestó que el ser humano es capaz de amar si toma la decisión, ya que el amor es mucho más que un sentimiento, porque supone todas las facultades humanas, así como la fe y la gracia de Dios para vivir amando.
“Al padre Ricardo le tocará llevar a esta comunidad y construirla en el amor para ustedes. El amor tiene que manifestarse en forma concreta. Que María Santísima, al igual que San Francisco, caminen con nosotros y nos ayuden a entender lo que significa el amor cada día”, culminó.
Continuando con la ceremonia, el Pbro. Ruiz Sacramento realizó el juramento de fidelidad y profesión de fe para asumir un oficio que se ha de ejercer a nombre de la Iglesia Católica; posteriormente recitó el Credo y renovó su promesa sacerdotal ante la feligresía.
Esa noche, el sacerdote saliente entregó al entrante, los principales lugares de celebración donde se ejerce el ministerio de la fe: el bautisterio y el confesionario.
Tras ofrecer la comunión, el nuevo párroco recibió las llaves el sagrario y con la invitación del Arzobispo Rodríguez Vega, se sentó en la sede desde donde presidirá las celebraciones litúrgicas e instruirá al pueblo que se le encomienda.
En la recta final, una lugareña brindó las palabras de bienvenida al nuevo párroco, quien compartió su asombro por dicho nombramiento. “con 58 años de edad y 30 de ordenado, pensaba que ya estaba corrido y no daba para estos trotes, pero Dios tiene planes para mí”, aseveró.
“Ahora soy su párroco y vengo para ayudarles a ser realidad el mandato de Jesús, el mandato del amor que es el mandamiento más importante, amar al prójimo como a uno mismo. Vamos a construir una iglesia donde cada quien pondrá sus dones y carismas al servicio de la comunidad”, expuso.
Finalmente, pidió la bendición del Señor para que su ministerio favorezca a la conformación de una comunidad que por su testimonio atraiga a los más alejados. “No tengan miedo, tengo cara de pek’ (perro); a veces ladro pero no muerdo”, bromeó el sacerdote.
Para culminar con la ceremonia, el Obispo dio la bendición a todos los presentes. Posteriormente se realizó un convivio de bienvenida en el campo de la iglesia, que contó con la presencia de la feligresía de la parroquia de Umán que tenía a su cargo. El Pbro. Ricardo Ruiz Sacramento aprovechó saludar a los feligreses.
(Carlos Ek Uc)