Roldán Peniche Barrera
Yucatán Insólito
La voz “pipa” es un campechanismo pero también se usa en Yucatán para nombrar al borrachín, al bebedor de trago fuerte, al alcohólico. El DRAE no lo señala así pero una de sus acepciones se aproxima al mismo fin:
Pasárselo pipa. Esp. Fam. Pasárselo muy bien, divertirse mucho.
Los demás diccionarios dan la callada por respuesta, con excepción del de mexicanismos de Santamaría, que dice:
Pipa. Andar o estar uno pipa. Estar borracho. Se dice principalmente en la costa oriental (Tabasco, Veracruz, Campeche), en la forma “ser uno pipa”. Lo mismo en Puerto Rico y Chile.
Como se ve, la voz “borracho” posee infinitos sinónimos en nuestra península, y no sólo en la península, sino también en el resto del país y en general, en toda Latinoamérica.
Ejemplo:
-¿Qué pasó, don Julián?
-¿Qué pasó de qué, Wachy?
-¿No ha “tragado” Ud. últimamente?
-No, pero vamos con el Mulix cruzando el Rubicón…
-¡Ay no, don Julio, si se murió el Mulix…!
-No, el que murió es el Mulix que nos servía en el México Lindo.
-¡Oh, qué susto!
-¡No, el susto fue el que me distes, so atontao!
-¿Entonces vive el Mulix de aquí enfrente?
-Vive y no lo vas a ver en una semana: anda de “pipa”…
En algún punto…
Autora: Mirna Gabriela Flores Abuxapqui
En algún punto del universo me encuentro, sé que en este momento estoy pisando la fértil tierra que un día me vio nacer, siento la fuerte brisa de los frondosos y reverdecidos árboles que me brindan su sombra y en los que muchas veces me cobijo, cual flor que me regala su exquisito aroma, como las bellas y elegantes mariposas que se visten de maravillosos colores cada primavera, como las avecillas que revolotean y me deleitan con su tierno trinar lleno de matices y que al mismo tiempo me transportan y arrullan. Pero la realidad es que sigo aquí con los seres que más amo: hijos, hermanos, pocos pero muy buenos amigos que aunque no estemos cerca sé que todos y cada uno de ellos los llevo conmigo en lo más profundo del corazón. Los días a diario me traen sorpresas: me levanto con renovadas energías, sé también que el tiempo es mi aliado que contribuye en mi fe y en alguno que otro evento que aún conservo en la memoria, que a veces me habla y me recuerda momentos pasados gratamente vividos, y también de los malos, pues no debo negar que de ellos también he aprendido. El tiempo pasa y con ello mis años, estos, que en cada amanecer me dictan los pasos que debí de dar en mi sendero; sé que ahora mi caminar es un poco más lento, la mente ya no tan ágil, la vista un poco más cansada, pero tal vez lo más importante es la vida, ese tesoro que a veces algunos no le dan la importancia que tiene, hasta que llegan a cierta edad y esto es lo que todavía conservo: el maravilloso tesoro llamado vida, mi vida.