Ricardo Manuel Wan Moguel1
El tema de los ferrocarriles ha despertado la atención de investigadores de distintas disciplinas que han realizado una variada gama de indagaciones enfocadas no solamente a su historia sino también a la de sus protagonistas: los rieleros. Un artículo interesante relacionado con la salud de estos personajes es el de Guillermo Fajardo Ortiz titulado Los espacios médico-hospitalarios para los ferroviarios (1859-1981) quien proporciona datos que mencionaré a continuación.
El también catedrático de la UNAM señala que la atención médica de los rieleros es importante porque es el primer servicio médico que se otorgó en el país a un grupo de asalariados. De hecho, este proceso inició con la construcción de la línea de Veracruz a El Molino, ya que sus trabajadores fueron tratados de las enfermedades tropicales que padecieron. Cabe señalar, sin embargo, que fue hasta finales del siglo XX cuando se edificó el primer centro dedicado a la atención de los ferrocarrileros: el Hospital Colonia. En las primeras décadas del siglo XX, los servicios se unificaron y se consolidó una red médico-hospitalaria amplia, a lo largo y ancho del país. En efecto, para 1970, Ferrocarriles Nacionales de México contaba con dieciocho centros para atender a sus trabajadores. Diez años después se firmó un convenio con el Instituto Mexicano del Seguro Social para incorporar a los rieleros a ese organismo. De tal forma, que los hospitales ferrocarrileros pasaron a ser parte del IMSS, de los cuales algunos se conservaron y otros desaparecieron.
A la luz de estas consideraciones es importante mencionar que en este estudio -como en muchos otros- no se considera la situación rielera del Sureste del país. En Yucatán, en los primeros años de los caminos de hierro no se contaba con un espacio que se encargara de la salud de los trabajadores. No obstante, los administrativos de las primeras compañías y de Ferrocarriles Unidos de Yucatán (FUY) a partir de 1902, tenían una compleja red de acuerdos para canalizar a los ferrocarrileros a distintos centros de salud. Además, la documentación que he consultado hasta ahora sugiere que distintas farmacéuticas abastecían de medicamentos a FUY para proporcionarlos a sus trabajadores. Vale destacar que la idea de la construcción de un espacio dedicado a la atención de los rieleros surgió a principios del siglo XX, lo que dio como resultado la construcción del Sanatorio Rendón Peniche, que se puso al servicio de los ferrocarrileros y sus familiares a partir del 15 de septiembre de 1920.
Bibliografía:
Fajardo-Ortiz G. Los espacios médico-hospitalarios para los ferroviarios (1850-1981). Rev. Fac. Med. UNAM. 2000; 43(3):107-109.
1 Historiador, ricardowanmoguel@gmail.com
2 Fotografía tomada de: http://www.cephcis.unam.mx/index.php/cephcis/prueba/#prettyPhoto[postimages]/8/ consultada el 14 de junio de 2019.