Síguenos

Yucatán

Una incoherencia palpable

Tuuskeep Kasperchack

—¿Por qué no te vimos toda la semana pasada, querido Tuuskeep?

—Porque me fui de viaje al extranjero, Tarantela.

—¿Te invitó Vila o la Fridman?

—¿Por qué siempre me preguntan lo mismo, ja?

—¿Por qué será, eh?

—No, me fui por mi cuenta.

—¿Y a dónde, si se puede saber?

—Fui a consultarle un asunto a mi tía Atolondra da Silva de Kasperchack que vive en Brasil.

—¿Y qué hace tu tía?

—Se dedica a la consultoría de empresas y gobiernos.

—¿Estudió para eso o es como los asesores de Renán Barrera Concha que cobran millones de pesos al mes y nadie sabe en qué asesoran al alcalde de Mérida?

—No, ella sí es toda una experta. Con decirte que fue discípula aventajada del Dr. Nassim Nicholas Taleb, profesor de Ciencias de la incertidumbre en la Universidad de Massachusetts y en la London Business School.

—¿Ciencias de la qué?

—Ciencias de la incertidumbre. El Dr. Taleb ha dedicado su vida a estudiar la suerte, la probabilidad, el error humano, los riesgos y toma de decisiones, la entropía, etc.

—¡Puchis, primera vez que escucho que haya especialistas en incertidumbre!

—Sí, así es.

—¿Y qué te causó incertidumbre para ir a consultarle a tu tía Atolondra da Silva de Kasperchach?

—La incoherencia palpable entre el Plan Estatal de Desarrollo de Yucatán 2018-2024 (PED) y el Primer informe de resultados (PIR) de Mauricio Vila Dosal.

—¿Por qué hablas de incoherencia palpable entre ambos documentos?

—Primero, porque lo que se dice en el PED no tiene seguimiento en el PIR.

—Dame varios ejemplos para salir de la incertidumbre que me has provocado con tus comentarios.

—Muy bien. Veamos qué dice Vila Dosal en el PED en uno de los ejes más sensibles, el número 7, que se titula Paz, Justicia y Gobernabilidad. En ese y todos los demás apartados del plan hay información relevante que le sirvió al mandatario para elaborar un diagnóstico de la situación y formular propuestas encaminadas a reforzar los avances y superar los rezagos. En el citado eje hay datos concretos sobre los siguientes rubros: Percepción de seguridad, Paz, Incidencia delictiva, Delitos de alto impacto, Desempeño y confianza en las instituciones de justicia, Cultura y deporte para la prevención del delito, Justicia, Impunidad, Reinserción social, Gobernabilidad, Institución Policial, Certeza jurídica, Participación democrática y desarrollo democrático, Desarrollo municipal y cooperación internacional.

—De ese titipuchal de datos me interesan sobre todo los de Incidencia delictiva y Delitos de alto impacto, sobre todo porque muchos yucatecos creen a pie juntillas que aquí nunca pasa nada, y actúan en consecuencia.

—A eso iba. En cuanto a Incidencia delictiva el PED consigna lo siguiente: la tasa de incidencia delictiva por cada 100 mil habitantes en Yucatán para 2017 fue de 24,098, lo que representó un incremento de 1.5% con relación a 2013, mientras que a nivel nacional la tasa fue de 39,369, lo que derivó en un decremento de 5.6% con relación al mismo periodo. Yucatán ocupó el octavo lugar entre las entidades con menor tasa de incidencia delictiva en 2017.

Para el mismo año, la tasa de robo de vehículo por cada 100 mil habitantes para el estado fue 13.68, mientras que a nivel nacional fue 161.5. En este rubro, Yucatán ocupó el primer lugar entre las entidades con menor incidencia en robo a vehículos.

Entre los delitos que más afectan el patrimonio y el derecho a la vivienda de las familias en el estado se encuentra el robo a casa habitación. De acuerdo con las cifras de 2018 proporcionadas por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (Sesnsp), el estado registró una tasa de 56.19 robos por cada 100 mil habitantes, cifra con la cual Yucatán ocupó el lugar 16 entre las entidades con mayor incidencia de este delito. El valor nacional para esta tasa fue de 57.9 por cada 100 mil habitantes.

—¿Y qué dice el PIR sobre ambos rubros?

—Absolutamente nada.

—¡No puede ser! ¿Revisaste también el anexo estadístico del PIR?

—Sí.

—¿Y qué encontraste?

—Absolutamente nada, ningún dato sobre robo de vehículos, robos a casa habitación y tampoco sobre robo a negocios.

—¡No puede ser! O sea, que no sabemos si estamos igual, mejoramos o empeoramos en estos rubros.

—Exactamente.

—¿Y por lo que toca a los delitos de alto impacto?

—He aquí lo que indica el PED:

Delitos de alto impacto

De acuerdo con la nueva metodología para el registro y clasificación de los delitos del Sesnsp, Yucatán en 2018 cerró con 2.18 homicidios dolosos por cada 100 mil habitantes, la cifra más baja en el contexto nacional en el que la media fue de 23.1. De 2015 a 2018 la tasa de homicidio en el estado disminuyó 12.4%, en contraste la media nacional aumentó 42.3%.

Otros delitos de gran impacto en el estado presentan baja incidencia reflejadas en sus tasas por cada 100 mil habitantes para 2018, como el feminicidio con 0.63 y secuestro con una tasa cero. Sin embargo, la incidencia de estos delitos influye fuertemente en la percepción de seguridad del estado. Los valores de las tasas de estos delitos por cada 100 mil habitantes a nivel nacional son 1.3 para feminicidios y 0.79 para secuestros.

Entre las repercusiones de la incidencia delictiva en las actividades cotidianas de la población la Envipe señaló que en 2017 la proporción de población que manifestó que por temor a ser víctima de un delito dejó de realizar la actividad de salir a caminar fue de 11.3%en el estado, mientras que a nivel nacional la cifra fue de 33.4%.

—Interesante. ¿Y qué encontraste en el PIR sobre el particular?

—¡Nada! Vila Dosal no aporta ningún dato sobre homicidios dolosos, feminicidios y/o secuestros.

—Entonces eso reforzaría la tesis de los funcionarios en turno para quienes los yucatecos somos un monumental coro de ángeles, querubines y serafines de los que solo se puede esperar cosas buenas, en tanto que las cosas malas que ocurren aquí son responsabilidad exclusiva de los fuereños.

—Me temo que más bien se trata de una omisión intencional, que te explicaré más adelante porque ya se me hizo tarde y porque don Mario Renato va a protestar porque esta columna ya se hizo interminable.

—¡Compromiso es compromiso, Tuuskeep! No te vayas a desaparecer otra vez.

—No, continuaremos otro día nuestra conversación sobre la incoherencia plapable entre el PED y el PIR, percepción que comparte conmigo mi tía Atolondra da Silva de Kasperchack, luego de estudiar a conciencia ambos documentos.

Siguiente noticia

Piden a Cámara de Diputados proteger agua de la Península