Jorge A. Franco Cáceres
En los gimnasios de Mérida, he visto que casi todos los jóvenes asistentes tienen tatuajes. Presto atención a los que tienen marcas y huellas ocurrentes por todas partes, desde la cara y el cuello hasta las pantorrillas y los tobillos.
Cada vez que los veo muy cerca, me pregunto. ¿Cuáles son los puntos personales que defienden para tener tatuajes que cubren permanente sus cuerpos cuando están entrenando, para hacerlos visibles y atractivos?
Comparto con la estética grecorromana, que los cuerpos humanos de los atletas y los gimnastas, más allá de las tallas físicas y los volúmenes musculares, son perfectos sin huellas permanentes ni marcas artificiales en la piel.
Sin embargo, reconozco que los cuerpos entrenados pueden verse espectaculares con tatuajes culturales e históricos de varios pueblos ancentrales de Asia; y, especialmente, con el kiri tuhi y el ta moko de las tribus maoríes de Oceanía.
Entre los maoríes de Nueva Zelanda, kiri significa piel y tuhi significa arte. Esto implica que estas tribus tatúan las áreas el cuerpo humano: el torso, los brazos y las piernas de sus guerreros, reservando el tatuaje denominado ta moko para las caras.
Los tatuajes señalados sirven para dos cosas: 1) reconocer cercanías tribales. Y 2) evidenciar diferencias por herencias ancestrales y ascendencias familiares. Tienen configuraciones que son significativas porque representan a sus familias, sus posiciones, sus riquezas, sus guerras, sus viajes, etc.
He aquí que el rechazo grecorromano de los tatuajes totales, pero también la aceptación oceánica y asiática de los mismos. Son prácticas culturales e históricas, plenamente justificadas.
No sucede lo mismo con los tatuajes ocurrentes u odd tattoes de hoy día, que encontramos como anuncios caóticos o graffitis walls en los cuerpos de los jóvenes que recurren a los gimnasios para hacerse visibles y atractivos.
Muchos jóvenes yucatecos que aspiran a tener cuerpos grandes y poderosos, creen también que los tatuajes ocurrentes u odd tattoes van con imágenes personales que son muy masculinas, que pueden ser atrayentes para sus amigos e intimidantes para sus adversarios.
Para concluir, déjame hacerte algunas preguntas sobre los tatuajes en el cuerpo y en la cara:
1) ¿Eres como nosotros?, es decir, ¿personas naturales a las que no les gusta ningún tipo de marcas permanentes o huellas artificiales en el cuerpo?
2) ¿Eres de los individuos discretos a los que les gustan los tatuajes modestos en partes visibles del cuerpo o en rincones escondidos por la ropa y los zapatos?
3) ¿Eres como los personajes estelares de la industria recreativa, a los que les gusta hacerse tatuajes ocurrentes en todo el cuerpo, incluidas las partes íntimas, para tener siempre atención?
No quiero influenciar tus respuestas, pero déjame decirte que no soy partidario de arruinar la perfección de los cuerpos atléticos o guerreros con tatuajes ocurrentes que los hagan parecer anuncios caóticos o graffiti walls.
¡¡Muchas gracias!!