VALLADOLID, Yucatán, 29 de febrero.- Recordar a los personajes locales con los que convivimos y con los cuales muchos de nosotros guardamos algún recuerdo y cariño hacia ellos, ya que se adelantaron en el viaje sin retorno, hoy recordaremos a doña Socorrito Castro Caampos, muy conocida y en especial en el mercado municipal.
Según entrevistas que le hicieron en vida, doña Socorrito comenzó a vender panuchos desde muchachita en la calle 41x38, esquina a una cuadra del parque de esta ciudad.
Allí le compraban los carretilleros. En ese tiempo estaba de moda para llevar cargas pesadas, pues no habían vehículos casi en nuestra ciudad y en esta esquina era su sitio.
Después doña Socorrito pasó a vender sus panuchos, empanadas, salbutes y chalupas en el mercado antiguo, hoy mercado de artesanías. Allí permaneció muchos años, se le conoció con sus hijos y crecieron allí. Quién no recuerda sus antojitos que expendía y más de uno le gustaba comprar su desayuno con ella por su sabor muy especial que tenían sus productos.
Al terminar el nuevo mercado Donato Bates Herrera, pasó allí a seguir expendiendo sus antojitos.
Propios y extraños consumieron sus ricos productos. Doña Socorrito era muy conversadora, de un carácter amable. Conversaba de los temas que en esos momentos se vivía.
También contaba su niñez y cómo tenía que trabajar para a ayudar a su mamá doña Mari, quien muchos años vendió panuchos en la Escuela Primaria “Delio Moreno Cantón”.
Muchos recordarán a mujer que sobresalió en la venta de sus bocadillos.
(Manuel Vázquez Rivero)