
Con la llegada de la temporada de lluvias en Yucatán, la presencia de mosquitos aumenta en colonias y comunidades, lo que representa no solo una molestia, sino también un riesgo sanitario por enfermedades como el dengue, zika y chikungunya.
Ante ello, diversas familias recurren a opciones naturales para protegerse, aprovechando plantas y productos fáciles de conseguir en la región.
Uno de los repelentes más tradicionales es el aceite de citronela, muy utilizado en velas, aceites y esencias.
Su aroma fuerte confunde a los mosquitos y evita que se acerquen. Muchas familias yucatecas lo colocan en entradas, patios o habitaciones para mantener alejados a los insectos de manera sencilla y sin químicos agresivos.
Otra alternativa es el tomillo, el cual tienen un olor muy agradable para los seres humanos, pero no tanto para la gran mayoría de los insectos. Puedes aplicarlo con un difusor o con algunas gotas en la ropa o en la piel y mantendrás alejados a los mosquitos.
Las hojas de albahaca resultan ser un aliado sencillo y accesible. Colocar macetas de esta planta en ventanas, cocinas o terrazas ahuyenta a los insectos gracias a su olor intenso. Además, triturar algunas hojas y frotarlas directamente sobre la piel es un método casero que muchas familias han adoptado en Yucatán.
Estos repelentes naturales representan una alternativa económica y menos invasiva para los hogares, al tiempo que refuerzan las medidas de prevención contra los mosquitos, que suelen multiplicarse con mayor rapidez en la temporada de lluvias.