
Vecinos de María Candelaria Chuc Pool, una mujer de 82 años, expresaron su preocupación ante las precarias condiciones en las que vive la ancianita, quien permanece sola y en situación de abandono, enfrentando múltiples carencias y problemas de salud.
De acuerdo con los habitantes, doña María Candelaria apenas puede movilizarse y utiliza una vieja silla de plástico como apoyo para caminar, lo que representa un grave riesgo de accidente. Además, señalaron que vive en condiciones insalubres, sin baño ni servicios básicos, lo que pone en peligro su salud y dignidad.
Los vecinos indicaron que la mujer reside en la calle 51 entre 30 y 32, número 403, a un costado de un templo religioso. Relataron que, en ocasiones, la ancianita sale de su vivienda sin rumbo, por lo que han tenido que avisar a la Policía o acompañarla de regreso a su hogar, temiendo que pueda ser atropellada o sufrir algún daño.
También mencionaron que durante las noches corre peligro de ser víctima de vándalos, pues en varias ocasiones desconocidos han intentado ingresar a su predio. Los vecinos han logrado ahuyentarlos, aunque temen que en algún descuido puedan causarle daño.
Doña María sobrevive gracias al apoyo solidario de la comunidad: recibe un plato diario de la Cocina Parroquial de Nuestra Señora de Guadalupe, además de alimentos que algunas vecinas le comparten. Sin embargo, en su intento por preparar comida, ha sufrido pequeños accidentes con el fuego, ya que utiliza una candela improvisada.
Se sabe que en el pasado vivía con su pareja, Alfredo Cahuich Hoil, conocido como Social, quien vendía chicharrones y golosinas. Por su avanzada edad y frecuentes caídas, sus hijos que residen en Cancún, se lo llevaron con ellos, dejando a la señora sola. Algunos vecinos mencionaron que ella se negó a irse, pues siente un profundo apego a su casa y al barrio donde ha vivido toda su vida, por lo que ahora se encuentra sin compañía.
También se comentó que una persona del rumbo se habría comprometido a cuidarla, pero con el tiempo dejó de atenderla. Incluso se sospecha que alguien retiene sus documentos y la tarjeta de cobro de su pensión, lo que la deja sin acceso a los pocos recursos que le corresponden.
Ante esta situación, los vecinos hacen un llamado urgente a las autoridades municipales, al DIF y a asociaciones altruistas para que intervengan y brinden atención integral a doña María Candelaria. Asimismo, señalaron que no buscan que sea trasladada a un asilo, ya que la mujer desea permanecer en su hogar, sino que se le asigne una trabajadora social o cuidadora que le brinde acompañamiento diario, apoyo médico y emocional.
“No pedimos mucho, sólo que se le ayude a vivir con dignidad. Ella ha sido parte de esta comunidad por muchos años, y merece pasar el resto de su vida con cuidados y cariño”, expresó una vecina del lugar.
Los habitantes esperan que este llamado no quede en el olvido y que pronto lleguen las manos solidarias que le devuelvan a doña María la tranquilidad y el respeto que toda persona mayor merece.