En Yucatán, la plaga del Cochliomyia hominivorax –más conocida como gusano barrenador del ganado (GBG)– avanza implacable. Hasta la fecha se han registrado más de mil casos en 89 municipios del estado, con más de 570 detecciones concentradas en sólo diez localidades.
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Esta larva se alimenta de tejido vivo de animales y en ciertos casos humanos, provocando heridas profundas que requieren curación costosa y generan pérdidas económicas para los productores.
El titular de la Secretaría de Desarrollo Rural de Yucatán (Seder), Edgardo Medina Rodríguez, afirma que Yucatán tiene la oportunidad de convertirse en “referente estratégico” para enfrentar este problema gracias a un innovador proyecto que contempla la producción de moscas estériles en colaboración con la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY).
El proyecto cuenta con el apoyo de la Facultad de Medicina Veterinaria de la UADY, que actualmente produce moscas con Wolbachia para el combate del dengue y zika, y que podría albergar la producción de la mosca estéril para erradicar el gusano barrenador.
Para los ganaderos del estado el asunto es urgente. “Nosotros tenemos que ir acompañados de ciencia y tecnología… cuando se den las condiciones de echar a andar el proyecto, todos estemos en orden”, comentó el presidente de la Unión Ganadera Regional del Oriente de Yucatán (Ugroy), Mario Esteban López Meneses. La postura es clara: invertir lo necesario para detener el GBG, pues aunque no representa un riesgo grave para humanos, sí golpea la economía ganadera.
El presidente del Comité Estatal para el Fomento y Protección Pecuaria (Cefppy) y de la Unión Ganadera Regional de Yucatán (UGRY), Roger Armando Díaz Mendoza, explicó que la estrategia acordada con Senasica contempla varias etapas, iniciando con la colocación masiva de trampas para capturar la mosca y disminuir su población, mientras se desarrolla la producción local de insectos estériles.
Por su parte, el gerente del Comité Estatal de Sanidad Vegetal de Yucatán (Cesvy), Ricardo Munguía Rosales, detalló que ya se cuenta con un sistema de trampeo y un mapa georreferenciado que permite ubicar los focos de infestación. Y el director de Sanidad Agropecuaria de la Seder, Juan Carlos Rodríguez Andrade, informó sobre el seguimiento técnico en campo y la coordinación constante con los productores.
¿Qué es la técnica de moscas estériles?
La estrategia se conoce como Técnica del Insecto Estéril (TIE o SIT en inglés) y tiene antecedentes exitosos en el control de plagas en varios países. En laboratorio se producen machos de la especie objetivo, se esterilizan con radiación gamma y luego se liberan al ambiente para competir con los machos salvajes. Como las hembras sólo se aparean una vez, si lo hacen con un macho estéril no tendrán descendencia viable, reduciendo la población generación tras generación.
Este método es eficaz y ambientalmente amigable, sin químicos sintéticos ni especies exóticas. Fue la herramienta clave para erradicar esta plaga en Estados Unidos y parte de Centroamérica.
¿Cómo funcionaría en Yucatán?
Según Seder y Ugroy, el proyecto contempla:
- Producción local de moscas estériles en Yucatán.
- Aprobación logística de Senasica.
- Liberaciones masivas hacia 2026, pues 2025 cerrará con más de mil casos registrados.
El laboratorio de control biológico de la UADY ya participa, y los ganaderos están dispuestos a aportar recursos humanos y materiales. En paralelo se mantiene el monitoreo tradicional, con 26 veterinarios desplegados en campo, cercos sanitarios de hasta 40 km y capacitación para ganaderos en curación de heridas.
¿Por qué es urgente?
Los datos lo confirman: sólo 17 municipios de Yucatán aún no han reportado casos de GBG en lo que va del año. En una semana, la Seder reportó 75 nuevos casos en 25 municipios, elevando la cifra acumulada a 1,093 infestaciones.
Las especies infectadas incluyen bovinos, porcinos, ovinos, equinos, caninos y felinos, con edades de cuatro días hasta once años. Las lesiones provienen de alambres de púas, peleas entre animales, laceraciones o mordeduras de murciélagos hematófagos.
Al corte del 8 de noviembre, 952 animales ya se encuentran curados (90% de recuperación). Únicamente 141 casos permanecen activos, bajo supervisión veterinaria.
Los diez municipios más afectados concentran el 55% de las detecciones: Tizimín (147 casos), Mérida (83), Tzucacab (66), entre otros.
Los retos que vienen
La producción masiva de moscas estériles exige infraestructura, personal capacitado, permisos oficiales y control de calidad. Además, se requiere un sistema de liberación territorial amplio para evitar reinfestaciones.
El éxito depende de mantener una alta proporción de machos estériles frente a los salvajes, superar las dificultades del clima tropical y controlar posibles reinfestaciones desde zonas inaccesibles.
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¿Qué ganan los ganaderos y el estado?
Si el proyecto prospera, Yucatán podría convertirse en referente nacional y regional en el control del GBG. Para los productores significaría menos heridas, menos pérdidas y mayor productividad.
Desde la perspectiva estatal, reducir la incidencia del gusano barrenador implica mayor estabilidad económica, menor presión sobre servicios veterinarios y un sistema ganadero más robusto.
La plaga lleva la delantera, pero la ciencia, los ganaderos y las instituciones apuntan hacia un escenario distinto: un ciclo reproductivo interrumpido por miles de machos estériles liberados desde Yucatán.