Yucatán

Precio del gas LP, desigual en Yucatán: Mérida paga menos, pero en municipios como Tizimín es más caro por la lejanía

Mientras Mérida mantiene tarifas de 20.34 pesos del gas LP, en el Oriente de Yucatán pagan más debido al transporte.

El sobrecosto del energético es un gasto adicional para las familias.
El sobrecosto del energético es un gasto adicional para las familias. / Especial

La fijación de precios máximos para el gas licuado de petróleo (LP) en la tercera semana de noviembre de 2025 ha puesto en evidencia una marcada disparidad tarifaria dentro de Yucatán. Aunque en la zona metropolitana de Mérida la tarifa ha logrado mantenerse relativamente baja, en municipios más remotos el costo se encarece por la logística, lo que fuerza a muchos hogares a pagar más por el mismo servicio.

Entre el 16 y el 22 de noviembre, el precio del gas LP se ubicó en 20.34 pesos por kilogramo (IVA incluido) para los usuarios de la Región 208 —que comprende Mérida y 35 municipios densamente poblados— según los precios máximos autorizados por la Comisión Reguladora de Energía (CRE). Esa tarifa, relativamente competitiva, responde a una cadena de distribución bien optimizada desde los centros de abasto hasta las estaciones que despachan a hogares cercanos.

El servicio pesa para el Oriente

En contraste, en la Región 209 —que incluye municipios como Tizimín y Valladolid, más alejados de los puntos logísticos principales— el precio máximo autorizado sube a 20.72 pesos por kilogramo. Es decir, los residentes de esas zonas pagan 0.38 pesos más por kilo, un recargo que se explica por los costos adicionales de transporte y distribución, un fenómeno conocido como “prima logística”.

Este no es un fenómeno nuevo. Según reportes, los precios del gas LP en Yucatán han mostrado fluctuaciones durante 2025. Por ejemplo, en febrero se reportaron precios de 20.45 pesos/kg y 11.04 pesos por litro en varios municipios (datos de CRE).

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De acuerdo con datos de Profeco y la CRE, el precio promedio estatal ha estado cerca de 20.50 pesos/kg y 11.07 pesos por litro, sin variaciones abruptas, aunque los usuarios han señalado problemas con la distribución y calidad de servicio.

En marzo, la CRE anunció que en varios municipios la tarifa mínima era de 20.39 pesos por kilo y 11.00 por litro para localidades como Mérida, Umán o Tekax, mientras que otras comunidades más remotas enfrentaban precios de hasta 20.48 kg y 11.04 litro.

En semanas recientes, la CRE sigue registrando precios máximos para la Región 208 de alrededor de 20.40 pesos/kg y 11.02 pesos/litro para municipios como Ucú y Umán, según su reporte más reciente.

Comparación con otras regiones de México

Aunque Yucatán enfrenta estas diferencias internas, sus tarifas son más altas que en algunas zonas principales del país. Por ejemplo, en la Ciudad de México y municipios conurbados del Estado de México el tope es de 19.64 pesos/kg, mientras que en ciertas partes de Yucatán supera esa tarifa.

Sin embargo, los precios más elevados del país se ubican en regiones como Baja California Sur, donde se han reportado tarifas máximas de hasta 23.18 pesos/kg, mucho más que las registradas en Yucatán.

La carga en los bolsillos

Para muchas familias en Yucatán, especialmente en zonas rurales, este sobrecosto no es solo un número: representa un gasto adicional que dificulta el acceso a un servicio básico. Cuanto más alejada está una comunidad de los centros logísticos, más cargan los transportistas al precio, lo que se traduce en facturas más elevadas para los consumidores.

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Asimismo, la discrepancia evidencia la necesidad de políticas más precisas que consideren la geografía y la dispersión poblacional. Aun cuando los precios máximos están regulados, la “prima logística” se convierte en una barrera económica para muchos usuarios.

Hacia una solución

Especialistas y representantes del sector energético coinciden: es urgente reforzar la infraestructura logística en Yucatán para equilibrar las tarifas. Invertir en centros de distribución más cercanos o mejorar las rutas de abastecimiento podría reducir los costos de transporte y distribución, beneficiando directamente a comunidades marginadas.

También se requiere una coordinación más estrecha entre empresas gaseras, autoridades estatales y federales. Solo con una estrategia conjunta se podrá hacer frente a las desigualdades actuales y garantizar un acceso justo, equitativo y más económico al Gas LP en todo el estado.

La segmentación del precio del gas LP se ha vuelto un indicador más de la desigualdad territorial en Yucatán. Mientras la zona metropolitana disfruta estabilidad y tarifas más accesibles, las regiones alejadas continúan pagando más por un recurso indispensable para cocinar, calentar agua y sostener pequeños negocios.

Cerrar esta brecha no solo requiere ajustes regulatorios, sino también inversión, planeación logística y un enfoque que considere la realidad de miles de familias que hoy siguen pagando más por el mismo servicio.