Yucatán

Yucatán, tercer lugar nacional en cáncer de próstata; persisten el miedo y la desinformación

En lo que va del 2025 se han registrado 267 casos de cáncer de próstata en Yucatán.

Yucatán ocupa el tercer lugar nacional en incidencia de cáncer de próstata
Yucatán ocupa el tercer lugar nacional en incidencia de cáncer de próstata / Especial

El penúltimo mes del año inició con la campaña Noviembre Azul, dedicada a la concienciación sobre la salud masculina y en especial al diagnóstico temprano del cáncer de próstata. En este escenario, el estado de Yucatán se coloca en un sitio preocupante: con 267 casos confirmados al corte de la semana epidemiológica 43, con fecha del 3 de noviembre de 2025, ocupa el tercer lugar nacional en nuevos diagnósticos de esta enfermedad.

Solo le preceden Jalisco con mil 770 casos y Ciudad de México con 328, mientras que Chihuahua registra 262. En la Península, Yucatán lidera el registro con gran diferencia: Campeche reporta 33 casos y Quintana Roo 13.

Asimismo, aunque el número de casos en Yucatán muestra una leve disminución —pasó de 294 en 2024 a los 267 en 2025 (-9.1 %)— la cifra sigue siendo alarmante por su posición relativa y por las implicaciones que conlleva.

El hecho de que el estado registre una de las tasas más altas de incidencia de este tipo de cáncer en el país, de acuerdo con los boletines epidemiológicos, revela un problema de salud pública que involucra factores estructurales, culturales y de acceso al sistema médico.

La enfermedad silenciosa que se detecta tarde

Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en 2023 la tasa de mortalidad por tumores malignos en México fue de 70.8 defunciones por cada 100 mil habitantes, y en Yucatán se ubicó en 67.8 por cada 100 mil, colocándolo en el lugar 21 nacional por debajo del promedio general.

Noticia Destacada

Campechana vence el cáncer de mama tras 387 días de lucha y se convierte en ejemplo de vida

Pero cuando se acota al cáncer de próstata en hombres de 60 años o más, las tasas son mucho más elevadas: a nivel nacional fue de 95.8 defunciones por cada 100 mil hombres en ese grupo etario.

Esto indica que, aunque Yucatán podría estar debajo del promedio general de muerte por cáncer, dentro del subgrupo masculino la vulnerabilidad es muy alta.

Investigaciones específicas en la entidad también han identificado barreras culturales importantes para la prevención. Un estudio exploró las percepciones de hombres yucatecos sobre el cáncer de próstata y encontró que la mayoría desconoce los factores de riesgo, no se somete a exámenes periódicos y evita acudir al urólogo por temor, pudor o falta de información.

En la práctica clínica local se advierte otro dato alarmante: en años recientes se reportó que “cuatro de cada diez pacientes que llegan en el diagnóstico nuevo de cáncer de próstata en Yucatán ya están en fase metastásica” al momento de la detección.

Factores culturales y falta de prevención

Esta realidad acarrea un impacto mayor en pronóstico, costos y calidad de vida. Entre los factores de riesgo asociados destacan la edad avanzada, antecedentes familiares, dieta alta en grasas, sedentarismo, tabaquismo, exposición ambiental a tóxicos, y falta de controles prostáticos.

En Yucatán, la combinación de hábitos sedentarios, genética maya y falta de cultura preventiva crea un terreno fértil para la enfermedad.

Los especialistas advierten que la falta de síntomas en las etapas iniciales del cáncer de próstata es una de las principales trampas: muchos pacientes no presentan molestias hasta que la enfermedad está avanzado. Por ello, la detección temprana mediante antígeno prostático específico (PSA), tacto rectal y, de ser necesario, estudios de imagen, resulta fundamental.

Atención médica insuficiente y programas limitados

Además de la incidencia, el reto también es terapéutico y logístico. En Yucatán, el sistema público de salud enfrenta saturación en urología y oncología, y el acceso a servicios especializados puede implicar desplazamientos o largos tiempos de espera.

El programa estatal de apoyo a pacientes con cáncer en 2025 ha destinado recursos para mil 500 personas con cáncer en general, con un apoyo bimestral de 2 mil 80 pesos y canastas alimentarias, lo cual permite aliviar parcialmente el impacto económico del tratamiento.

Sin embargo, dicho programa no está especializado para el cáncer de próstata y no garantiza una cobertura específica para la población masculina en riesgo.

Noticia Destacada

Alertan en Campeche: Infección por papiloma podría derivar en cáncer cervicouterino

La combinación de una de las tasas más altas de incidencia con el diagnóstico tardío amplifica la carga social: muchas familias de hombres diagnosticados deben afrontar gastos, pérdida de ingresos, y en ocasiones la discapacidad residual de tratamientos agresivos.

Las campañas de concienciación como el Noviembre Azul deben acompañarse de políticas públicas de rastreo, educación comunitaria, acceso a estudios y seguimiento médico.

Una lucha que requiere hablar más y temer menos

En Yucatán, la geografía dispersa y las poblaciones rurales también dificultan la cobertura: los hombres que viven en comisarías o comunidades alejadas de Mérida suelen tener menor acceso a especialistas y menor cultura de prevención. En ese sentido, la coordinación entre los niveles de salud pública, servicios locales y comunidades indígenas resulta esencial.

Aunque la cifra de 267 casos pueda parecer un pequeño descenso respecto al año previo, el hecho de que Yucatán se mantenga en el tercio superior del país significa que no está resolviendo la causa de fondo del problema: es decir, la detección. Los expertos coinciden en que para abatir la mortalidad asociada es urgente agilizar el acceso a la urología, fomentar el tamizaje temprano, y desmontar las barreras culturales que impiden que los hombres asistan al chequeo a tiempo.

El desafío es mayor cuando se considera que 2025 también presenta un panorama de aumento general entre los países. A nivel nacional, en las primeras 21 semanas de 2025 se registraron 2 mil 619 nuevos casos de tumor maligno de próstata, lo que representa un aumento de 4.42% respecto al mismo periodo del año anterior.

La lucha local cobra sentido global: no es solo un asunto de Yucatán, pero las particularidades geográficas y culturales del estado lo colocan en el ojo de atención.

En definitiva, el cáncer de próstata en Yucatán es un problema de salud pública que requiere una respuesta integral: diagnóstico temprano, educación activa, servicios accesibles, y persistencia en derribar estigmas.

Cada hombre al que se le diagnostica la enfermedad representa una familia castigada por un mal que pudo detectarse antes. Para evitar que “se convierta en muerte silenciosa”, como advierten los urólogos locales, hoy más que nunca se necesita que el chequeo prostático deje de ser tema tabú y se transforme en rutina.