La ciudad se encuentra lista para vivir uno de los momentos más relevantes de su calendario religioso y cultural. Mañana, el Santuario Diocesano de los Santos Reyes dará inicio oficial a su tradicional feria patronal con la ceremonia de la bajada de las imágenes de Melchor, Gaspar y Baltasar, un acto profundamente arraigado en la identidad y la fe del pueblo tizmileño.
La ceremonia, considerada una auténtica cita con la fe, está programada para comenzar a las 10:30 horas y estará enmarcada por una solemne celebración eucarística. Este ritual no sólo marca el arranque formal de las festividades patronales, sino que también permite a los fieles y peregrinos acercarse físicamente a las veneradas imágenes, fortaleciendo el vínculo espiritual que miles de devotos mantienen con los Reyes.
Ante la gran concentración de personas, el Santuario permanecerá abierto este domingo en un horario de 6:00 a 21:00 horas. Del 2 al 6 de enero se evaluará la afluencia para determinar si es necesario mantener el templo abierto las 24 horas, medida que podría repetirse del 10 al 12, fechas consideradas de alta concurrencia por su cercanía con el día central de la festividad: la Epifanía del Señor, el 6 de enero.
De acuerdo con el historiador Luis Pérez Salazar, esta tradición se remonta al siglo XVI y forma parte de una práctica religiosa única en la región.
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Explicó que en Tizimín se realizan tres bajadas anuales, cada una con un significado específico: el 17 de junio, para pedir lluvias; el 17 de octubre, como acción de gracias por las cosechas; y la del 28 de diciembre, que da paso a la feria patronal y al período de mayor afluencia de visitantes.
Una vez que las imágenes descienden de sus nichos, comienza un flujo constante de peregrinos que participan en rituales cargados de simbolismo. Entre ellos destacan la colocación de los llamados milagritos, pequeñas figuras de metal que los fieles depositan al pie de las imágenes como súplica por salud, trabajo o protección familiar.
También es común que los devotos unjan las efigies con ruda, planta que posteriormente llevan a sus hogares como símbolo de bendición.
Asimismo, persiste la tradición de las mandas de fe, bajo la creencia de que, tras recibir un favor, el creyente debe cumplir la promesa de visitar el Santuario durante tres años consecutivos, reafirmando así su agradecimiento y devoción.
Para este 2026, se espera un incremento significativo en el número de visitantes, impulsado por la reciente distinción oficial del templo como Santuario Diocesano.
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Las estimaciones apuntan a una afluencia de entre 180 mil y 200 mil peregrinos, superando ampliamente las cifras de años anteriores.
Datos oficiales indicaron que en 2022 acudieron 36 mil 166 personas, en 2023 fueron 76 mil 668, en 2024 se registraron 126 mil 248, y en 2025 poco más de 150 mil fieles, contabilizando únicamente a quienes ingresaron al templo a ungir a las imágenes.
Sobre la Epifanía del Señor, el entonces párroco del santuario, Pedro Echeverría López, subrayó que, si bien los Reyes Magos son figuras fundamentales en la identidad de Tizimín como buscadores de la verdad, el centro de la celebración debe mantenerse en Jesucristo.
“La centralidad de los festejos religiosos es Jesucristo; debemos estar enfocados en la celebración de la Epifanía del Señor”, expresó el sacerdote Echeverría López.