
Un total de siete lanchas con varios pescadores furtivos fue descubierto por las autoridades en la costa yucateca, pero a pesar del intenso operativo implementado sólo se logró capturar a una persona, quien al ser interrogada dio importante información relacionada con la pesca ilegal de especies como el pulpo y el pepino de mar.
Sin embargo, no se le pudo relacionar con esos delitos, ya que al momento de su captura no tenía producto alguno en su poder.
Información recabada en relación con estos hechos refiere que elementos de la Conapesca e integrantes del Comité de Vigilancia Náutica de la Costa Oriente, durante una jornada de vigilancia, detectaron al menos siete lanchas con potentes motores y con varios sujetos a bordo que extraían especies en veda en esa zona.

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Al verse descubiertos, los tripulantes de los vehículos marinos los pusieron en marcha y lograron escapar a pesar de que las autoridades fueron tras ellos.
Sólo una embarcación estuvo a punto de ser capturada, y al darse cuenta de ello, los hombres a bordo tiraron al mar todo el producto que habían capturado, principalmente pulpo y pepino de mar que actualmente están en veda, luego ellos saltaron al agua y se fueron nadando hacia la costa.
A varias millas de ahí las autoridades encontraron a un hombre a la deriva, quien estaba en el agua al momento en que inició la persecución y sus compañeros lo dejaron ahí. Se le rescató y fue llevado al puerto de San Felipe, se aseguró la lancha abandonada y se inició con las indagatorias.

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El pescador furtivo soltó toda la sopa y declaró que la mayoría de ellos son originarios del estado de Campeche y trabajan para unos sujetos a los que identificó sólo como Malvado y Alan Peraza. Asimismo, explicó que su base de operaciones en Yucatán está en el puerto de Dzilam de Bravo donde les dan todo lo necesario para la pesca ilegal y depredar especies con mayor valor comercial.
Agregó que ahí mismo en Dzilam, Alan Peraza tiene instalado un centro de acopio donde se recibe el pepino de mar, y cuenta con sancochaderos en un lugar denominado El Cerrito, cerca de ese puerto. Todo el producto que extraen lo sacan de Yucatán vía terrestre, pues aseguró que en las carreteras de nuestro estado no hay vigilancia, y si la hay, logran evadirla.
Sin embargo, aunque habría estado relacionado con estos hechos, las autoridades no pudieron turnarlo por delitos relacionados con la captura de especies en veda, ya que al momento de ser rescatado del mar no tenía nada en su poder, pues incluso estaba lejos de las lanchas cuyos tripulantes lo habrían abandonado.